Miranda tendrá nueva gestión de su servicio de limpieza viaria y recogida de basuras a partir de octubre. El Ayuntamiento firmará el contrato con Cespa a principios de septiembre y un mes después, la empresa asumirá el servicio por 10 años y 25 millones de euros, lo que supondrá un desembolso para las arcas municipales de 2,5 millones anuales hasta 2030. El primer cambio se percibirá en el aumento de la plantilla, puesto que la actual crecerá en 18 personas hasta alcanzar los 53 trabajadores.
El concejal de Medioambiente, Unai Letona, indica que Cespa tiene la obligación de subrogar a los 35 empleados del servicio y recalca que la nueva responsable ya afronta el proceso para cerrar las incorporaciones. "Se está intentando dar la mayor agilidad y la empresa ya trabaja en implantar al personal y empezar con las entrevistas por lo que va a ser rápido", adelanta el responsable municipal, que agrega que la intención es llegar a octubre con toda la plantilla "para echar a andar un servicio que tiene nuevas condiciones", remarca.
Tras reforzar la plantilla, Cespa tendrá otros seis meses para cumplir otras exigencias como la renovación de la maquinaria o los contenedores. Letona reconoce que "estamos en ello" y aunque todavía no se ha formalizado el contrato, la adjudicataria avanza en la compra de material y en el análisis de los nuevos depósitos para los diferentes tipos de residuos, que tendrá que instalar en la ciudad. De todos los elementos que hay que actualizar, lo que tardará más tiempo serán los camiones para recoger la basura, aunque "ya se están haciendo gestiones", afirma Letona.
Al margen de la comunicación que existe entre la nueva adjudicataria y los responsables municipales para supervisar que el cambio "se ajusta al pliego de condiciones", las empresas también "se han puesto en contacto y está todo en marcha", matiza el concejal, puesto que ellas también tiene que ajustar el traspaso del servicio. El paso para que Cespa asuma el contrato se ha dado tras la decisión del Tribunal Administrativo de Recursos Contractuales de Castilla y León (Tarccyl) de rechazar el último reparo presentado por la actual UTE de limpieza, formada por Urbaser y Valoriza. El concejal recuerda que la gestora saliente podría establecer nuevos recursos, aunque a estas alturas advierte que el proceso no se detendría.
Las trabas han demorado el cambio dentro de un proceso de renovación que arrancó en octubre de 2019, cuando Cespa presentó la oferta más ventajosa para el Ayuntamiento. Aún así, la administración local ha sufrido varios parones, algo que Letona tilda de "puñeta" ya que "para llegar a este punto, sabiendo cual iba a ser el final, hemos tenido que esperar un proceso administrativo para avanzar. Es un fastidio para la ciudadanía y para todos", lamenta el responsable municipal.
Otra consecuencia del nuevo contrato es que el Ayuntamiento retomará el soterramiento de contenedores en el Casco Viejo. Los retrasos en el procedimiento motivaron su paralización, aunque la idea es reiniciar los trámites, para comprobar cómo funciona el sistema y valorar si se extiende a otros puntos. Para ello, el Ayuntamiento reservó 62.000 euros y "la obra está contemplada, hay partida para ejecutarla y nuestros equipos están trabajando para proceder a la tramitación", confirma.