La zona fluvial del embalse de Arija, apta para el baño

DB
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El Servicio Territorial de Sanidad de Burgos analizó el agua el lunes 5 de agoto

La zona fluvial del embalse de Arija, apta para el baño - Foto: Alberto Rodrigo

Un año más, la zona fluvial Embalse Ebro en Arija (Burgos) ha sido calificada por la Junta de Castilla y León, a través del Servicio Territorial de Sanidad de Burgos, como ‘apta para el baño’, después de realizar los correspondientes controles analíticos de las muestras de agua recogidas el pasado lunes 5 de agosto.

La provincia de Burgos sólo cuenta con una zona de baño censada y sujeta a los controles analíticos y toma de muestras de agua realizas por la Consejería de Sanidad de la Junta, y es la playa fluvial Embalse del Ebro, en Arija. En Castilla y León existen este año 30 zonas de baño natural controladas sanitariamente.

La temporada oficial de baño comienza el 15 de junio y se alarga hasta al 15 de septiembre y durante la misma se realiza una vigilancia sanitaria por parte de los servicios oficiales farmacéuticos de la Junta de Castilla y León, con inspecciones visuales y tomas de muestras de agua, para su posterior análisis y calificación.

La provincia de Burgos cuenta así con tres meses en los que los ciudadanos pueden disfrutar con seguridad de la calidad de las aguas de esta zona de ocio para el baño. A lo largo de este periodo se llevan a cabo sucesivas tomas de muestras, ocho en total, programadas según un calendario de control para un análisis posterior.

La calidad de las aguas para el baño se determina, en cada momento, en función del resultado de la inspección visual, del control de la calidad de las aguas y del cumplimiento de los valores paramétricos fijados por la legislación vigente.

Hasta la fecha, todos los controles realizados en la zona Embalse Ebro Arija han dado un resultado favorable, pero si fuera negativo, se considera la calidad del agua como ‘no apta para el baño’ y se advierte urgentemente al ayuntamiento afectado con el fin de que lo ponga en conocimiento de los bañistas, mediante la colocación de carteles informativos. Esta calificación de agua no apta se prolongaría hasta que los resultados de otras muestras recogidas a las 72 horas estuvieran por debajo de los límites peligrosos.