José Luis Verdú, ‘Toché’, ha sido, junto a Leo Pisculichi, el fichaje estrella del Burgos Club de Fútbol. La familia Caselli ha apostado muy fuerte por este delantero murciano de 36 años, con 15 temporadas entre Primera y Segunda División, y 133 goles en las tres categorías en las que ha jugado. Salido de la cantera del Atlético de Madrid, desde 2003 lleva alternando equipos de Primera (Atlético de Madrid, Numancia y Deportivo de la Coruña) con Segunda (Hércules, Valladolid, Albacete, Cartagena y Oviedo). En total 32 partidos en Primera, 297 en segunda y 71 en sus inicios en segunda B. Ahora llega al Burgos convencido del proyecto de la familia Caselli y con un único objetivo, ayudar al Burgos a subir a Segunda División. El miércoles, en Calahorra, disputó sus primeros minutos y mañana seguirá su puesta a punto en el amistoso contra el Numancia, club en el que estuvo tres temporadas.

¿Cómo se sintió en sus primeros minutos con la camiseta del Burgos?

Era mi primer partido después de mucho tiempo. Estoy intentando coger la forma para ir acoplándome a mis compañeros.

¿Por qué decidió fichar por el Burgos?

Sí que es cierto que llevaba tiempo hablando con ellos. Al final, cuando te presentan un proyecto como este lo único que hice fue ilusionarme. Vine con muchas ganas de empezar y cumplir las expectativas que están marcando, que son muy altas. Creo que están haciendo las cosas muy bien, con muchas ganas. Ellos han puesto todo a nuestra disposición y somos nosotros los que ahora tenemos que responder.

Pero tenía ofertas muy buenas, incluso de su casa, del Cartagena.

Tuve alguna opción de ir a Segunda División pero era diferente la proposición. Yo aposté por un proyecto muy ilusionante. Sí que es cierto que la opción del Cartagena estaba ahí, y siempre será mi casa, pero me decidí por Burgos y estoy súper feliz aquí. Me han acogido muy bien y tengo muchas ganas de empezar.

Pero en Cartagena sentó mal su fichaje por el Burgos.

Ya dije que esas expectativas yo no las creé. Desde el club se transmitió que iba a ir al cien por cien y no era así. Yo no hablé en todo el verano con nadie e intenté elegir la opción que más me convenía, más me interesaba y más me ilusionaba. Entiendo que mucha gente se disgustara, pido perdón pero yo no lo alenté. Al final he venido donde quiero estar.

¿Cómo le convenció la familia Caselli?

Desde el principio me trataron fenomenal. Han sido muy sinceros conmigo, dijeron que estaban dispuestos a esperar a que yo tomara una decisión. Al final me han transmitido mucho cariño durante el verano, no se planteaban otra opción y estaban convencidos de que iba a venir. Les tengo mucho que agradecer por esa confianza.

Ha llegado a un club en plena transformación, con una plantilla casi nueva. ¿Cuáles son sus impresiones?

El club está evolucionando, se está viviendo una transformación muy positiva. Desde el primer día nos han dado todo lo que les hemos pedido. Es el momento de cambiar. El año pasado el equipo sufrió por no descender y este año el objetivo es totalmente diferente, es ascender, y a eso venimos. Luego la segunda B es muy complicada. Estamos empezando muy bien, el vestuario está muy unido y todos sabemos cuál es el objetivo y en ello estamos.

¿No supone para usted mucha presión llegar como uno de los líderes para luchar por ese ascenso?

La presión va a ser para todos, esto es cosa de una plantilla. Todos tenemos que aportar. Los ascensos y las grandes hazañas se hacen en conjunto. Evidentemente yo soy de los nombres más conocidos, pero todos vamos a a ser importantes. Yo sabré aguantar bien la presión porque llevo muchos años en esto pero todos vamos a ser importantes y necesarios.

Desde sus inicios en el Atlético de Madrid B no ha vuelto a jugar en segunda B. ¿Supone un paso atrás en su carrera regresar a esta categoría?

Es un paso atrás de categoría pero si soy sincero vengo igual de ilusionado que a Oviedo o a La Coruña. Cada etapa tiene su ilusión y vengo con ganas de hacer algo grande y ayudar al Burgos a que siga creciendo y meterlo en el fútbol profesional.

Debutó en Calahorra y conoció el tipo de campos que se encontrará en Segunda B.

Eso sí va a ser muy diferente para mí. Desde mi etapa en el Atlético B no he jugado en Segunda B y es el cambio más grande que voy a vivir. Al final, los entrenamientos y el día a día va a ser exactamente igual porque el Burgos es un club profesional, para mi un equipo grande. Sí que es cierto que cada dos semanas tocará en campos a los que no estoy acostumbrado. Pero iré desde la humildad y desde el trabajo.

Después de ver la trayectoria de grandes proyectos que no han cuajado en segunda B, ¿cuáles pueden ser las claves para que triunfe el Burgos?

Trabajar desde la humildad. Todos sabemos que el proyecto es muy ambicioso pero de nada sirve ni el nombre ni la plantilla. Hay que ir paso a paso, con mucha humildad, ir a cada campo como si fuésemos el último clasificado, a pelear y a correr porque si no se puede ganar ningún partido. Yo creo que tenemos una buena plantilla, hay mucha calidad, pero solo con el nombre no vamos a ganar. A base de humildad y trabajo se podrá conseguir el objetivo, que es el ascenso.

Pero en este tipo de proyectos hay muy poca paciencia.

Es importante ser paciente. Hay una plantilla casi nueva, tenemos que ser prudentes y cautos. Si estamos todos unidos se podrán conseguir los objetivos.

La delantera con Juanma, Donovan y Toché ha generado muchísima expectación e ilusión.

Tenemos grandes delanteros y entre los tres tenemos que hacer grandes números para el bien del equipo. Somos muy diferentes y tenemos que ponernos al servicio de la plantilla.

La pretemporada está siendo difícil por ausencias y lesiones. ¿Puede afectar?

Estamos en momentos de pruebas y el míster quiere probar a la gente. Las pretemporadas son para ir mejorando. Los resultados sí que importan pero no son lo más importante.