Existen en la ciudad numerosas zonas donde la circulación se ve afectada por el poco margen de maniobra que dejan los aparcamientos. Especialmente problemáticas son aquellas calles estrechas con lineales de estacionamiento en ambos lados de la calzada. En el Ayuntamiento son conscientes de que tienen que ir interviniendo en todas ellas si quieren seguir configurando una movilidad mucho más sostenible. El problema reside en que suprimir plazas puede ocasionar dificultades en algunos barrios porque no cuentan con garajes particulares, públicos o incluso recintos disuasorios. Es el caso de Maese Calvo, una paralela a San Pedro Cardeña, donde el área municipal de Tráfico tiene pensado actuar a instancias de numerosos vecinos.

Son poco más de 200 metros en los que los vehículos tienen que circular con extrema precaución para no llevarse por delante los pocos retrovisores que suelen quedar sin plegar. La peor parte, sin embargo, se la llevan los propietarios de garajes comunitarios que cada día sudan la gota gorda para sacar sus coches sin dañar a los que están estacionados. Es por eso que enviaron varios escritos al número 1 de la Plaza Mayor en busca de una solución. En la sección de Tráfico han recogido el guante y parece que van a actuar.  

Los informes que manejan los técnicos contemplan la supresión de unas 36 plazas de aparcamiento, lo equivalente a uno de los dos lineales, si bien todavía no está claro cuál de los dos será. Tampoco hablan de plazos concretos, pero sí tienen claro que una vez tomada la determinación de actuar es cuestión de tiempo que se acometa. 

En esta intervención surge un problema, y es la falta de alternativas de aparcamiento en una zona con una alta demanda. Encontrar un sitio en esta calle o en las paralelas es una quimera a ciertas horas del día (...).

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