La covid pone en jaque al deporte

J.C. MORENO
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La expansión del virus obliga a suspender muchos partidos oficiales. El Burgos CF no pudo jugar y el Hereda San Pablo lo hizo en condiciones límite, con solo 6 jugadores profesionales. El duelo de los azulones mañana ante UCAM Murcia se ha aplazado

El UBU San Pablo antes de un partido de esta temporada en El Plantío. - Foto: Jesús J. Matí­as

La expansión del coronavirus ha puesto a la sociedad de nuevo al límite, con nuevas medidas y restricciones. Los casos no dejan de aumentar y esa misma tendencia se traslada al deporte, con innumerables partidos aplazados y drásticas medidas en algunas comunidades, que han optado por suspender algunas competiciones. Este fin de semana es un claro ejemplo de la dimensión que está alcanzando la situación y que ha puesto al mundo del deporte en una situación muy complicada. 

Durante toda la semana pasada se fueron sucediendo las suspensiones de partidos. Fue un goteo constante. Daba igual hablar del deporte profesional o del aficionado. Ligas del tamaño de la ACB han sido golpeadas con dureza, lo mismo que el fútbol profesional. Y la tendencia es mucho más preocupante cuando se habla de deporte aficionado o con un nivel menor de profesionalismo, donde los controles no pueden ser tan exigentes.

Esta tendencia se trasladó al deporte burgalés, con varios casos que lo reflejan. Equipos como el UBU Tizona de baloncesto (LEB Oro) aún no ha podido comenzar a jugar. Otros como el balonmano y el UBU San Pablo, superó las primeras jornadas pero en esta última ha tenido que parar por la aparición del coronavirus. Y en la Liga Asobal donde milita el Blasgón arandino, el rosario de partidos aplazados es interminable, con jornadas en las que solo se ha podido jugar un partido. 

La situación ha llegado a tal extremo que varias comunidades han decidido intervenir. Es el caso de Cantabria, que ha optado por suspender su fútbol regional, medida que afecta a un total de 64 equipos, incluyendo categorías de ámbito nacional como la Tercera División o la Liga Nacional Juvenil. De hecho, esta última jornada ha sido aplazada al completo tras disputarse las dos primeras.

En esta misma Comunidad, se ha prohibido la presencia de público en sus partidos. Por ejemplo, el Racing de Santander, que había congregado a más de 1.000 aficionados en su primera cita en El Sardinero, este fin de semana, en su duelo ante el Alavés B, tuvo que suspender el acceso de público y se jugó a puerta cerrada.

Algo similar ha sucedido en el País Vasco, donde las autoridades aprobaron medidas en la misma línea que afectan a las categorías regionales.

En Castilla y León se ha iniciado la Tercera División, aunque en las tres primeras jornadas ya se han aplazado siete encuentros. Y durante este mes de noviembre está previsto el inicio de varias categorías regionales, tanto de fútbol como de fútbol sala.

Para intentar frenar esta situación, la Federación Española ha diseñado un plan para dotar de medidas, en forma de test, que se distribuirán entre los clubes para que sometan a pruebas médicas a sus plantillas a partir de esta misma semana.

Segunda B. En Segunda División B la situación ha empeorado después de un inicio más o menos tranquilo. Y en este pasado fin de semana se han aplazado hasta siete partidos, entre ellos el del Burgos CF ante el Langreo. Un futbolista del Langreo dio positivo la semana pasado y otros tres mostraron síntomas. La decisión del juez único se alargó hasta la madrugada del sábado, provocando el enfado de los responsables del club burgalés. Horas antes ya se había aplazado el partido entre el Valladolid B y el Covadonga.

La situación era tan complicada ese mismo viernes que el juez único de Competición de la Federación Española tuvo que decidir sobre cerca de 60 casos que se le presentaron sobre peticiones para las jornadas del fin de semana.

El virus también golpeó al fútbol femenino, con un positivo en el Nuestra Señora de Belén; o en el fútbol sala, con el aplazamiento del partido del Círculo BigMat.

Hereda San Pablo. Pero quizás la mayor contradicción se vivió en la Liga ACB y en el caso del Hereda San Pablo, diezmado por el coronavirus, con varios positivos en su plantilla. Todo se puso en conocimiento de la ACB, pero esta no quiso aplaza el partido ante el Fuenlabrada y el San Pablo lo tuvo que jugar con solo seis jugadores del primer equipo y sin opciones de plantar cara a su rival. El partido del UCAM Murcia previsto para mañana en el Coliseum, sin embargo, sí que ha sido aplazado