Más autonomía para las benedictinas en sus conventos

G.G.U.
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San Pedro de Cardeña acoge un encuentro en el que religiosas de la orden de toda España inician su andadura como congregación con entidad jurídica

Más autonomía para las benedictinas en sus conventos - Foto: Alberto Rodrigo

Veinticuatro monasterios de benedictinas de la Península Ibérica han dado un paso adelante para ganar autonomía y capacidad de decisión en sus monasterios y abadías: han transformado las cuatro federaciones que organizaban el territorio en una congregación con entidad jurídica propia, Santa Hildegarda, que da más independiencia ante los distintos Obispados. La constitución es muy reciente, por lo que han aprovechado el encuentro que benedictinos y benedictinas de la península están celebrando estos días en San Pedro de Cardeña para aprender de otras experiencias semejantes e iniciar su andadura.

Esta reunión de monjes y monjas, denominada oficialmente Encuentro ibérico, se programa cada dos años y suele tener un tema argumental concreto. En esta ocasión se ha denominado ‘Caminando en congregación, experiencias y posibilidades’ porque el objetivo es sentar las bases de la nueva congregación benedictina. La abadesa del Monasterio de San Salvador (Palacios de Benaver), María del Pilar Tejada, es la secretaria del Encuentro [el presidente es el abad de Silos, Dom Lorenzo Maté] y explicaba ayer que «ahora que hemos hecho el proceso común de congregación nos interesaba iluminarnos con vivencias semejantes a la nuestra».

De hecho, la primera sesión del lunes estuvo protagonizada por el abad presidente de la congregación benedictina de Santa Otilia, Jeremías Schroeder, quien además de explicar un proceso de conversión  semejante al que se está experimentando ahora en España, habló sobre proyectos de colaboración con laicos. Y hoy serán otras religiosas cistercienses quienes pongan en común su trayectoria como congregación: la de Castilla (con quince monasterios, pero ninguno en Burgos), Kándida Saratxaga, y la de las Huelgas, Angelines Frutos.

Las benedictinas dividían en cuatro federaciones el territorio español:la Castellana (un priorado y nueve  abadías, de las cuales tres en la provincia), la Catalana (un priorado y cuatro abadías), la Galaico-Leonesa (una casa y ocho abadías) y la Claustral-Pirenaica (seis abadías). Se fundaron en 1960 y son estructuras «de comunión», pero sin capacidad jurídica. Eso significa que ante cambios relevantes, como el cierre de un monasterio, han de contar con sus respectivos obispados.

La constitución en congregación, en cambio, conlleva la capacidad jurídica para tomar decisiones por su cuenta. «En tiempos de crisis hay que aunar fuerzas», dijo Tejada, especificando que eso tiene mucha importancia de cara al cuidado de las hermanas de más edad y, también, para conseguir más fuerza «como mujeres». El encuentro termina mañana.