El envejecimiento crece entre los trabajadores burgaleses

G.Arce
-

Dos de cada diez personas en activo tienen más de medio siglo, un colectivo que crece un 5,86% en el último año. Más de 22.000 empleados ya miran a la jubilación

El envejecimiento crece entre los trabajadores burgaleses - Foto: DB

El progresivo envejecimiento que asola Burgos también tiene un reflejo en su mercado laboral. Dos de cada diez trabajadores en activo ya han cumplido los 55 años y afrontan el último tramo de su vida profesional, aunque desarrollan su actividad como un joven (pero ya no lo son). Al igual que está ocurriendo con los jubilados, estamos ante un colectivo cada vez más numeroso -en el último año es el tramo de edad que más ha crecido, un 5,86%- y todas las proyecciones estadísticas apuntan a que seguirá aumentando al calor del envejecimiento demográfico galopante que padecemos, con todas las implicaciones (económicas, en seguridad y salud, en formación, etc.) que tiene para los propios trabajadores y también para las empresas y el conjunto sistema económico.

El mercado de trabajo local lo integran, en números redondos tomados del Servicio Público de Empleo Estatal (SEPE) y utilizados en un estudio elaborado por la patronal FAE, 146.000 trabajadores, 54% hombres y el 46% mujeres.

De cada 100 burgaleses afiliados a la Seguridad Social, 79 superan los 35 años, una proporción que se mantiene en el tiempo pero que tiende a aumentar a medida en que se envejece, en que la incorporación al mercado laboral es más tardía por los estudios y en que la vida laboral se prolonga para ajustarse a las necesidades del sistema público de pensiones.

Por tramos de edad, el más numeroso en Burgos es el que se mueve en la horquilla entre los 45 y 54 años, con 42.800 trabajadores, seguido del de los 35 a 24, con 40.200.  Muy por debajo se sitúan los más jóvenes, los recambios generacionales: entre 25 y 34 años son 24.500 trabajadores y, entre 16 y 24, son apenas 6.100.

Los trabajadores adultos, es decir, los que ya han cumplido los 55 años, suman más de 32.400 personas. A este respecto, es importante destacar que en Burgos son hegemónicos en sectores como en los autónomos, el agrario, donde predominan los hombres entre los 55 y 59 años en ambos casos; y entre las empleadas del hogar, cuya edad oscila entre los 50 y 54 años.

A diferencia de la provincia, en el conjunto de España el colectivo de los autónomos es mucho más joven (hombres de entre los 45 y 49 años) y la edad en la agricultura desciende al tramo de 40-44 años.

Todos los estudios demográficos coinciden en que las plantillas envejecerán en los próximos años al igual que la población. El más castigado por la caída de la natalidad será el tramo de edad de entre los 16 y 64 años, donde se concentra la mayor parte de la población activa. En Burgos este fenómeno ya es una realidad.

Naciones Unidas estima que en 2050 en España habrá 69,5 personas de 65 años o más por cada 100 personas entre 15 y 64 años, un dato que solo superará Japón y que estará muy por debajo de la media de las economías avanzadas (45,8).

Se esperan más cambios, según apuntan desde el Ministerio de Trabajo y Asuntos Sociales, y se intuyen con solo analizar el mercado del trabajo actual: la población laboral trabajará principalmente en el sector servicios (antes la industria era el referente), aumentará el número de mujeres de edad y el nivel de formación del trabajador maduro será muy elevado, por lo que la solución al envejecimiento no pasará única y exclusivamente por el adelgazamiento de plantillas penalizando la experiencia.

(Artículo completo en la edición de hoy)