Lechazos bien documentados

ICAL
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La IGP Lechazo de Castilla y León apuesta por el 'papel cero' con una aplicación que mejora la trazabilidad ante la campaña navideña. 811 ganaderías están bajo esta marca de calidad, que tiene buenas expectativas en estas fechas

José Luis, ganadero de Cilleruelo de Abajo, usa la aplicación para el control de los lechazos IGP de Castilla y León - Foto: Ricardo Ordóñez (Ical)

La Indicación Geográfica Protegida (IGP) Lechazo de Castilla y León se suma a la tendencia del ‘papel cero’ y ya tiene en marcha en un número importante de sus ganaderías una aplicación móvil con la que se garantiza la seguridad, la trazabilidad y se dificulta la posibilidad de que los documentos puedan vulnerarse, perderse o producirse “malos entendidos”. Con esta aplicación móvil como la principal novedad de este año se afronta una nueva campaña navideña, la más fuerte del año, en la que las expectativas son mejores para esta marca de calidad.

Buena culpa de ello tiene también la modificación de la normativa que aprobó el Instituto Tecnológico Agrario de Castilla y León (Itacyl), una norma que limitaba la zona geografía de producción, sacrificio y faenado de los lechazos amparados bajo la IGP a una altitud de entre 601 y 1.000 metros, y que ahora se ha extendido a “la totalidad de la Comunidad de Castilla y León”. Desde entonces, se han contabilizado 37 altas nuevas (hasta 811 ganaderías que tiene en la actualidad), lo que supone un 4,7 por ciento más, además de que en la actualidad hay 15 ganaderías pendientes de la tramitación de su licencia.

El incremento del alta en el número de ganaderos hace prever que este año haya “unos pocos más lechazos”, aunque la directora técnica del Consejo Regulador de la IGP Lechazo de Castilla y León, Beatriz Sánchez, reconoció a Ical no atreverse a la hora de ofrecer una estimación sobre lo que supondrá la campaña de Navidad de este año. “Hablar de cifras es complicado” por ahora porque “es posible que las ganaderías no tengan paridera, o algunas de las nuevas paran en enero y ahora no tengan lechazos… es arriesgado”, añadió.

Lechazos bien documentadosLechazos bien documentados

Según el Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación, entre enero y septiembre de este año se sacrificaron en Castilla y León dos millones de ejemplares de ovino frente a 2,3 millones del año pasado, lo que supone un descenso del 13,4 por ciento. En cuanto a la producción, se han contabilizado en los nueve primeros meses del año 20.616 toneladas frente a las 22.124 del mismo periodo en el año pasado, es decir, una caída del 6,8 por ciento.

Y mientras avanza la actividad cotidiana, la IGP trabaja para la eliminación del papel con el desarrollo de esta aplicación que se espera que pueda estar totalmente introducida entre los productores a finales del próximo año. “Es un proyecto que está muy bien, porque el control va a ser casi absoluto”, asevera Sánchez, quien reconoce que se trata de un trabajo que requiere de un esfuerzo “importante”, no solo por el elevado número de ganaderías con las que cuenta la IGP, sino también por el “miedo escénico” a la implantación de esa tecnología que supone importantes mejoras y que “no es tan difícil” pero que en muchas zonas tiene difícil aplicación por la falta de cobertura o de móviles adaptados a ella.

Además de un mayor control, la aplicación ofrece al ganadero información sobre sus lechazos, su calificación o los etiquetados, y todo ello “en tiempo real”, además de contar “con un histórico en el teléfono en lugar de con una carpeta llena de papeles”, de forma que es posible afirmar que la información “llega mejor”, aunque la implantación de esta aplicación avanza “poco a poco”, reconoce Sánchez.

La información recogida en estas aplicaciones se recibe en un programa informático en la sede de la IGP en la que se siguen todos los trámites. “Somos como controladores aéreos”, bromea Beatriz Sánchez, que aclara que desde allí es posible controlar que el camión ha descargado, si los lechazos se han matado, si se produce alguna incidencia. En el caso de alguna anomalía “salta una alarma, porque hay muchos filtros” ya que están puestas “en función del cumplimiento de la normativa” y, cuando algo no se cumple “se refleja en el programa”.

José Luis Arribas es un ganadero de Cilleruelo de Arriba que ya trabaja con esta aplicación en la que este mismo viernes ha registrado la venta de 31 lechazos. “Es otro mundo”, reconoció satisfecho con el resultado, porque informa al ganadero “a tiempo real” del recorrido que hacen sus animales una vez vendidos facilitando unos datos que “antes nunca conocía”. Sin embargo reconoció que hay algunos impedimentos, sobre todo generados por las dificultades de cobertura o de falta de adaptación de los teléfonos móviles de algunos proudctores, lo que hace que sea “complicado” aunque se esté avanzando “poco a poco”.

 

CONTROLES MÁS INTENSOS

Dado que la campaña de Navidad es “la más importante, la más llamativa y la más agobiante” para la IGP Lechazo de Castilla y León, lo que se hace en estas fechas es “intensificar los controles”, de forma que a las inspecciones en mataderos y ganaderías que se desarrollan a lo largo de todo el año, se suman ahora también los controles en puntos de venta, donde se comprueba la trazabilidad de las vitolas. “Vamos a mercados, supermercados, grandes superficies… para hacer controles en los puntos de venta, miramos la numeración de las vitolas, si figura la fecha de sacrificio… básicamente la comprobación de que el lechazo se ha sacrificado en la fecha correcta y tiene la trazabilidad entera y adecuada”, añadió Sánchez Iglesias.

Priorizar la calidad

Las organizaciones agrarias hicieron un llamamiento para que se dé prioridad a la calidad de los lechazos de Castilla y León frente a otros muchos que llegan del exterior y en los que queda patente la diferencia existente entre ambos. El presidente de Asaja en Castilla y León, Donaciano Dujo, estimó que el lechazo es “una seña de identidad” de la gastronomía de la Comunidad que es “esencial”, aunque lamentó que los precios que perciben los ganaderos por este producto “apenas deja márgenes económicos” y la cabaña ganadera “se va reduciendo”.

Dujo cifró unos 120.000 los lechazos que llegan del exterior, en especial de Francia, un país que valora la leche pero no tanto la carne. “No tiene nada que ver la calidad”, declaró, por lo que llamó al consumidor a valorar y a comprar lechazo de Castilla y León. “Que evite ofertas y bajos precios, porque no es nacido y criado en Castilla y León” porque al final la calidad se nota.

En la misma línea se expresó el coordinador regional de UCCL, Jesús Manuel González Palacín, que reconoce que las esperanzas que hay en la campaña navideña del lechazo son “las mismas” que en años anteriores, y también lamentó las “muchas” llegadas de ejemplares de fuera. Por ello reclamó la identificación en los puntos de venta y que la gente sepa conocedora de “lo que se lleva a casa” porque resulta “de vital importancia” el lugar de producción, la raza o la alimentación, aspectos que influyen en la calidad final del producto.

“Ojalá los lechazos de IGP valieran este año un poco más y repercutiera en los ganaderos, que son los que más se lo curran y sin quienes esto no existiría, pero nosotros de precios no podemos decir más, porque no los controlamos ni los ponemos”, aclaró la directora técnica del Consejo Regulador de la IGP. “A un lechazo que no tenga etiquetas ni vitolas y que se publicite como IGP, lo delata el precio, porque nadie da duros a cuatro pesetas”, concluyó.