El comercio calcula pérdidas anuales del 50% por la crisis

B.G.R.
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Las previsiones más optimistas se dan en la alimentación, en torno al 20% menos de facturación, debido a su «rápida respuesta» de adaptación para ofrecer servicio a domicilio

Desde el lunes se puede atender al público bajo petición del cliente. - Foto: Luis López Araico

Fue junto a la hostelería uno de los primeros sectores en bajar la persiana por la pandemia. El 64% de los comercios de la capital ha permanecido completamente cerrado desde que se declarara el estado de alarma el pasado 14 de marzo. Algunos reiniciaron la actividad esta semana pero con cita previa, mientras que el porcentaje restante se ha mantenido abierto al estar considerado como servicio esencial, como es el caso de las tiendas de alimentación. Esta diferenciación hace que el cálculo del impacto en la cuenta de facturación anual varíe de unas actividades a otras, con mayor huella en las generales que en estas últimas.

La Federación de Empresarios de Comercio estima que las pérdidas durante este ejercicio alcanzarán el 50%. «Vamos a perder seguro seis meses, pero debemos analizarlo de manera global porque hay un periodo en el que no ha habido posibilidad de realizar ningún tipo de venta, y otro que tiene que ver con  cuándo podremos recuperar la actividad con cierta normalidad y en qué condiciones», explica su presidenta, Consuelo Fontecha, quien también alude a otro tipo de factores que influirán en esa reactivación y que tienen que ver con la caída del ritmo del consumo. «Tristemente así lo dice la previsión por muchos motivos, como el miedo que pueda tener el cliente y el poder adquisitivo que se tendrá cuando esto termine», apostilla.

Estas estimaciones dependen también de los subsectores, ya que uno de los más perjudicados es el del equipamiento de la persona (ropa, calzado y complementos), cuyo pronóstico es más pesimista y se sitúa por encima de ese 50%, mientras la alimentación se encuentra en lado más optimista. Al respecto, Fontecha destaca la «rápida respuesta» que han tenido estos comercios para adaptarse al momento actual después de unas primeras semanas marcadas por las largas colas en las grandes superficies y supermercados. De hecho, subraya que inicialmente estos establecimientos sufrieron una «pérdida importante» de clientes, que, sin embargo, han logrado frenar «reconduciendo» sus servicios con la inclusión de los pedidos y repartos a domicilio. «El consumidor debería valorar el esfuerzo realizado para que esta situación pueda mantenerse a lo largo del tiempo», señala, no sin antes precisar que esta reconversión ha frenado sus pérdidas anuales que, no obstante y según manifiesta, podrían situarse en torno al 20 o 25%.

No es la única actividad que se ha adaptado. La FEC destaca que hay empresarios que han habilitado o se han sumado a canales conjuntos de venta por internet o usado las redes sociales. A modo de ejemplo, hace referencia a establecimientos que mantienen el contacto con sus clientes mediante mensajes de WhatsApp, otros que contaban ya con tienda online y algunos que han acelerado su puesta en funcionamiento. Del mismo modo apunta a plataformas digitales como Burgos en casa, con un centenar de comercios adheridos; a la página web que ha lanzado la Junta con el mismo objetivo y 163 establecimientos de la provincia, y al portal de la feria de estocaje Gangamanía que la asociación Zona G ha reconvertido es una espacio virtual de venta para el comercio.

Las estimaciones realizadas por la patronal tienen como base una encuesta realizada a los asociados durante el pasado mes abril. Y es aquí donde queda reflejado que aún queda mucho camino por anda en el ámbito de la digitalización.

Tan solo el 5% de los que respondieron contaba con página de venta online; un 30% usaba redes sociales y el 15% ambas opciones. Sin embargo, el 81% de los que disponen de ellas dijeron que la comercialización fue «residual o nula».

Las nuevas tecnologías siempre han sido un reto para el pequeño comercio y esta crisis ha puesto de manifiesto su necesidad. De hecho, el 35% de los empresarios aboga por este apoyo para adaptarse a ellas. En este sentido, Fontecha avanza que el Ayuntamiento tiene interés por promocionar la plataforma Burgos en casa para que continúe activa al menos durante este año con el fin de que siga aumentando el número de establecimientos que sumen a la iniciativa. 

El sondeo realizado por la FEC también incluye peticiones más allá de las ayudas económicas o exenciones de tasas o impuestos que permitan al sector «ganarse de nuevo la confianza del consumidor». En este sentido, abogan por campañas de apoyo al comercio  y al consumo local, así como para sensibilizar al consumidor; el desarrollo de proyectos de promoción por subsectores; la formación y el reciclaje de los profesionales y convenios con entidades financieras que mejoren las condiciones.