Objetivo: facilitar el contacto entre productor y consumidor

C. Tabernero (Ical)
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La Junta espera aprobar la normativa antes de que acabe el año para flexibilizar el intercambio directo de productos agroalimentarios de pequeños negocios

Un trabajador de una empresa de frutas y verduras. - Foto: Pablo Lorente

El decreto de venta de cercanía, que la Junta de Castilla y León confía en aprobar antes de que acabe el año, incluirá un registro para acreditar a las microempresas y pymes que elaboran productos agroalimentarios artesanales con el fin de facilitar su contacto con los consumidores, entre los que se encuentran establecimientos de turismo rural, restauración y hostelería. Así lo explica, en declaraciones a Ical, la directora general de la Cadena Alimentaria de la Consejería de Agricultura de la Junta, Gema Marcos, al señalar como uno de los objetivos del decreto autonómico «establecer una cadena de registro de los agentes que van a participar en la venta de cercanía» para facilitar su contacto y disminuir «la cantidad de intermediarios de la cadena de valor», de tal manera que se acerquen productor y consumidor.

El registro, tal y como señalan desde la Dirección General, tendrá «varias vertientes» y será «sencillo», a través de un formulario en el que el agente se dará voluntariamente de alta y, a partir de entonces, podrá ponerse en contacto con otros productores y consumidores también inscritos y podrá insertar el logo de venta de cercanía que dará «valor añadido» a sus productos.

Por otro lado, y como fin principal, el decreto de la Junta quiere «regular e impulsar la venta de cercanía» con una normativa que «flexibilice» el intercambio directo de productos agroalimentarios de los pequeños negocios «artesanos» del sector con el consumidor, porque «el entramado agroindustrial es muy potente pero, en su inmensa mayoría, está formado por microempresas o pymes que no pueden acceder a la gran distribución porque no es su canal adecuado» debido a que «no pueden ofrecer lo que la distribución está pidiendo en volumen y homogeneidad».

Es por esa razón por la que surge este decreto, como forma de «facilitar a estos profesionales y artesanos de la producción agroalimentaria un canal de comercialización más corto en el que reciban el precio que les corresponde y los consumidores puedan recibir ese producto de calidad que cada vez demandan más», consiguiendo además, con todo ello, «equilibrar y hacer más eficiente la distribución de los beneficios de la cadena de valor», asegura Marcos.

Todo ello a través de herramientas que incluye el decreto de la Junta, como la ampliación del margen de la cantidad de producto que se puede comercializar de manera directa, con respecto al establecido hasta ahora, o la flexibilización de su venta sin «más control que el que delimiten las autoridades», siempre respetando, no obstante, la normativa en seguridad alimentaria, que también es«más flexible» gracias tanto el Real Decreto aprobado en diciembre por el Gobierno como a los reglamentos europeos que ahora recoge el decreto que elabora la Junta de Castilla y León.

No obstante, el inicio de este texto se encuentra también, como especifica la directora general de la Cadena Alimentaria, en la iniciativa ‘Campo de Encuentro’, puesta en marcha en abril de 2020 como forma de dar salida a los productos agrarios que más estaban sufriendo con la crisis derivada del confinamiento por la pandemia de covid-19, y en la que ya se experimentó con formas de contacto más directo entre productores y distribuidores tras el cierre del canal Horeca.