La campaña de bonos al consumo promovida por el Ayuntamiento en el comercio acabó el pasado 20 de noviembre. Se pusieron en circulación 375.000 por importe de 10 euros, de los cuales cuatro salen de las arcas municipales y seis del bolsillos del consumidor. Una vez cerrado el plazo de dos semanas para que los establecimientos justificaran todos los vales, el resultado final ha sido que 3.073 cheques se han quedado sin canjear, según los datos facilitados por la concejala de Comercio, Rosa Niño.
Dos han sido los motivos que no han permitido que se gastara todo el dinero destinado a incentivar las compras en las tiendas de proximidad. Uno de ellos es que a algunos clientes se les ha echado encima el plazo en el que vencía la iniciativa, sobre todo a aquellos que los adquirieron en septiembre, ya que hubo una segunda remesa en octubre. Y el otro, según la edil, que comercios concretos han tenido «problemas» y no han subido correctamente los vales a la plataforma de gestión creada para tal fin para recibir el abono municipal.
Todo esto significa que por una razón u otra 30.073 euros no se han consumido, de los cuales 12.292 han perdido a los clientes y 18.438 euros volverán a las arcas municipales. «La valoración es positiva pero me da pena que no se hayan canjeado todos porque no ha revertido ese dinero en el comercio, que era el objetivo final», explica la edil, haciendo referencia a que desde el inicio de esta promoción se dejó claro que los cheques que no se canjearan se perdían porque «no se iban a reembolsar el dinero».
La cantidad correspondiente al Ayuntamiento no se destinará a un fin concreto, sino que se pondrá a disposición de las «necesidades de los distintos departamentos», sin que esto signifique que tenga que revertir en la Concejalía de Comercio. Este área anunció una tercera campaña para 2022 (la primera fue el año pasado), si bien esta todavía se encuentra en el aire porque no tiene garantizada su financiación. En este sentido, Niño recordó que no está contemplada en los presupuestos del próximo ejercicio, por lo que tendría que costearse con los remanentes. «Hasta marzo no lo sabremos», señala, no sin mencionar que deberá también tenerse en cuenta la merma de ingresos por la anulación de las plusvalías.
En lo que respecta a los bonos destinados a la hostelería, faltan por justificar 4.967, lo que equivale a casi 15.000 euros, ya que en este caso el importe de los mismos era de cinco euros. El plazo para gastarlos acabó el martes y a partir de ese día los establecimientos tienen dos semanas para acreditarlos, al igual que ha ocurrido con los comercios. Niño cree que finalmente se canjearán todos debido a que tanto el pasado fin de semana como el lunes y el martes aumentó notablemente la afluencia de clientes, ya fuera a los locales como en pedidos de comida para llevar, lo que ha podido provocar que los empresarios aún no hayan podido incluir en la plataforma los vales.
El Ayuntamiento ha destinado a esta campaña 2,5 millones de euros. Inicialmente 500.000 iban dirigidos a los hosteleros y 250.000 a los comerciantes, si bien la adhesión de bares y restaurantes fue mucho menor que la de las tiendas. Fue entonces cuando se acordó trasladar 125.000 del primer colectivo al segundo y sacarlos a la venta para los clientes que no llegaron a comprarlos en septiembre al agotarse en apenas tres días.