Sus padres emigraron a Alemania a trabajar sin duelo para intentar salir adelante y eso propició que Hernando naciera en el país germano. Cuando tenía dos años regresaron a Burgos y desde entonces ha estado -y está- vinculado a Gamonal. Padre de dos hijos y autónomo al frente de una pequeña empresa, es futbolero irredento y amante del heavy metal. Le va a venir muy bien para regatear y aguantar el ruido cuando tome posesión de su acta como concejal de Podemos, algo que hará en el pleno de diciembre en sustitución de Raúl Salinero, que dijo estar gripado para seguir en primera línea.

Llega al Ayuntamiento a sustituir a Raúl Salinero. Cuidado con las comparaciones...

Será difícil de sustituir. Sí he tenido la suerte de haber colaborado con él durante años y algo de experiencia tengo. He estado en el consejo de Deportes y en el de Aguas, pero sí, será difícil sustituir a Raúl. Yo vengo a poner mi granito de arena.

Parece que vivimos un momento en el que muchos rehúyen la acción municipal. Usted, por contra, la acepta.

Claro, es un honor y un orgullo entrar en el Ayuntamiento de tu ciudad y trabajar por tus vecinos.

¿Con qué objetivos viene?

Llevar la voz de la calle, algo que como concepto suena muy general. Soy un autónomo que conoce la realidad de la ciudad, el comercio y el empleo y que llega a una institución que muchas veces se ha puesto de perfil o no ha hecho nada por la ciudadanía más básica, que somos la mayoría de las personas.

¿Qué es la ‘voz de la calle’ o la ‘gente’? En la calle hay gente de muchas condiciones, ideologías y sensibilidades diferentes...

La voz de la calle se oyó, por ejemplo, cuando Campofrío sufrió el incendio y se dieron las ayudas que se dieron, que me parecieron fabulosas, pero la voz de la calle en esos momento también decía que había muchos pequeños comerciantes y autónomos a los que el Ayuntamiento nunca les llamó para ver qué necesitan para levantar la persiana o en qué los podía ayudar cuando tuvieron que cerrar. Eso es la voz de la calle.

El riesgo del grupo municipal de Podemos es quedar diluido en el Pleno. Son dos concejales que no inclinan mayorías y hay un gobierno de izquierdas con el que, sobre el papel, tienen cierta afinidad...

Nosotros vamos a trabajar en apoyar todo lo que sea progresar para la ciudad. Tenemos nuestras propuestas; ya empezamos a hacerlas con las fiestas de los barrios o con que Burgos sea capital del castellano. Está claro que somos sólo dos, pero todas las iniciativas que comporten un progreso para la ciudad las apoyaremos para dejar claro ante los ciudadanos que nosotros estamos ahí y queremos trabajar, opinar y hacer cosas.

Entonces los votos de Podemos no son algo que el PSOE pueda dar por seguro...

Es algo que tendremos que valorar. De hecho, cuando empiece a haber iniciativas que muevan un poco esto las podremos apoyar, y si siguen con políticas continuistas no lo haremos.

Lo primero que toca es negociar el presupuesto. ¿Tienen alguna condición de salida?
A día de hoy no lo hemos visto y por tanto no te puedo decir absolutamente nada. Nuestro trabajo sí está hecho y una vez que lo conozcamos haremos nuestras aportaciones.
¿En qué áreas quiere trabajar?

Todavía ‘Marga’ y yo no hemos tenido la oportunidad de hablar. Ella es una persona muy capaz que ahora va a desempeñar muy bien el rol de portavoz. Quizás por mi trabajo puedo aportar en formación, empleo, deporte o festejos... Pero vamos, siendo dos nos tendremos que poner de acuerdo.

En su momento formó parte del proyecto de Imagina. ¿Por qué ese proyecto acabó destazado?

Imagina nace en una coyuntura concreta y yo creo que Raúl Salinero fue una parte muy importante en el proyecto. Después hubo una falta de cohesión y las cosas no salieron como se pensaba, así que decidimos centrarnos en nuestro proyecto político, que era Podemos. Hemos aprendido de los errores del pasado. Imagina se presentó a las elecciones, perdió seis concejales y se quedó en cero. Podemos se presentó y sacó dos concejales. Creo que quedó plasmado. Imagina es un tema cerrado.

Usted, como autónomo, vive una vida pragmática y la administración es un palacio de lentitud. ¿Está preparado para el choque?

No lo sé, pero no queda otro remedio. Yo he sufrido la administración. Cuando tienes una empresa y tienes que hacer algún trato con la administración es terrible. Por ejemplo, si  hago un trabajo a un particular me lo paga y ya está. Si es para la administración, que tiene dos varas de medir, te acaba pagando a 90 días. Eso no puede ser. Esos son los aportes que tendremos que llevar al Ayuntamiento.

Más allá de otras consideraciones, Podemos está en la oposición. ¿Cómo ha visto al resto de la oposición en estos meses?

La he visto un poco alocada, con la intención de hacer ruido porque ahora gobierna el PSOE, pero tampoco he visto ninguna clave importante más allá de procurar paralizar todo un poco aprovechando que conocen el procedimiento en la administración. No he visto nada constructivo.