La puerta del Consulado del Mar se abre como la entrada a un túnel del tiempo. Todo lo acontecido durante este año extraño y complicado pasa por la mirada en ese puñado de metros cuadrados. El silencio de los primeros compases de la pandemia, el horror de los ataúdes, el habitual paisaje de ambulancias, los parques infantiles precintados, las iglesias vacías, la soledad de la recepcionista de un hotel, la mascarilla como complemento indispensable en el paseo, la lucha de los sanitarios, los aplausos en los balcones... Pero también la otra vida que estos doce meses ha palpitado más allá del coronavirus. La explosión de color en una Cabalgata de Reyes Magos que este año no será, los aparatosos y mortales accidentes de tráfico, la despedida de un arzobispo, la nueva cubierta en el Monasterio de San Juan, la victoria europea del Hereda San Pablo... Al fin y al cabo, la vida.
Una vida que ha bombeado intensa y queda reflejada en las 88 imágenes que componen Crónica Gráfica 2020, que ocupará la sala del Consulado del Mar hasta el 10 de enero (de martes a viernes de 19 a 21 horas; sábados de 12 a 14 y de 19 a 21 horas; y domingos de 12 a 14 horas; festivos, cerrado).
Esta ya tradicional cita resume el año a través de la mirada de los fotógrafos de Diario de Burgos: Alberto Rodrigo, Miguel Ángel Valdivielso, Luis López Araico, Patricia González, Jesús Javier Matías, Christian Castrillo, Miguel Ángel de la Cruz y Rebeca Ruiz.
«Planteamos la exposición como si fuera un periódico y, como ha ocurrido este año, empieza con un ‘En portada’ dedicado a la pandemia del coronavirus, para después continuar con otras secciones y temáticas habituales: sociedad, sucesos, provincia, cultura o deportes», ilustra el jefe de Fotografía del periódico, Alberto Rodrigo, que llama la atención sobre el menor número de pies de foto -escritos por el periodista Martín Serrano- que en anteriores ediciones para hacer más fluida la visita ante la reducción de aforo de la sala.
Aunque será difícil que los pasos no se detengan más tiempo del habitual en el panel con 150 retratos con protagonistas de todos los ámbitos de la sociedad burgalesa o de la pared que recoge 48 portadas de Diario de Burgos.
Lo hicieron ayer las autoridades que se convirtieron en los primeros lectores de este periódico-exposición. El presidente de la Diputación, César Rico, el alcalde, Daniel de la Rosa, y el delegado territorial de la Junta, Roberto Saiz, convinieron en destacar lo duro, tremendo y complicado que ha sido este 2020 y lo bien que se refleja en la muestra. Al mismo tiempo, alejaron los nubarrones que ha colocado sobre la cabeza de todos la pandemia para confiar en la remontada y entre todos salir adelante.
A ese deseo de mejora se sumó el editor de Diario de Burgos, Antonio Méndez Pozo, convencido de que la sociedad necesita un mensaje de optimismo y también de las alegrías que deparará 2021.
Mientras el director, Álvaro Melcón, que calificó de «extraordinario y ejemplar» el trabajo de los fotógrafos, resaltó el carácter excepcional de este «año tremendo» que ahora termina. «Hemos visto cosas que no habíamos visto nunca y hemos vivido cosas que no vamos a olvidar», reseñó y, como el resto de los asistentes, esperó que el «prometedor 2021» venga mejor que el actual.
Fuera de este túnel del tiempo, en El Espolón, una pareja se hace un selfi con las bombillitas navideñas, una cola se alarga frente a la chocolatería, unas señoras pasean cargadas de bolsas... La vida sigue. Y los fotógrafos la atraparán.