Doce servicios del HUBU cerraron el tercer trimestre del año con más de mil personas pendientes de un primer cara a cara con el especialista, según datos oficiales de Sacyl disponibles en su página web: Anestesiología (2.537), Cardiología (1.237), Cirugía Plástica (2.253), Dermatología (5.181), Digestivo (1.101), Neumología (2.007), Neurología (1.020), Oftalmología (4.316), Otorrinolaringología (2.098), Rehabilitación (1.844), Traumatología (2.108) y Urología (1.568). Aestos habría que añadir Ginecología, dado que entre temas ginecológicos y obstétricos suma 1.152 (994 por una parte y otras 158 por temas relacionados con el embarazo y el parto).
De los once, Dermatología sigue a la cabeza, con un volumen que no es inusual en este servicio, cuya demora está estancada en torno a 5.000 desde bastante antes de la pandemia. Y ahora que se ha asumido toda la demanda del área de referencia del hospital de Miranda, el gerente del HUBU, José María Romo, afirma que «no podemos hacer más». En el extremo opuesto destaca, también como es habitual, Oncología Médica, que cerró septiembre con 6 enfermos en lista para sus consultas externas.
Las demoras en las consultas externas del HUBU alcanzaron en verano cifras históricas:33.502 personas atascadas en un listado que, a la vista de la información oficial, corre despacio. Es el peor dato de los catorce hospitales públicos de la Comunidad -incluso teniendo en cuenta el maquillaje de cifras de otros centros que se detalla en el despiece adjunto- y Romo volvió a justificarlos en una cuestión más bien estadística. En su primera comparecencia pública para dar explicaciones de las listas del HUBU, disparadas también en quirófano con 7.734 enfermos a la espera, explicó que el complejo burgalés no ha dado por buenas las primeras consultas que se realizaron por teléfono, mientras que otros hospitales sí lo han hecho. «Un proceder muy riguroso nos ha penalizado», afirmó en su comparecencia del lunes, al poco de hacerse públicos los datos.
Menos derivaciones. Dentro de las soluciones que se barajan para tratar de reducir en «un 20%» la lista de espera para consultas externas en el HUBU, Romo aludió a una modificación de «los criterios de derivación en los procesos clínicos más relevantes y/o frecuentes». Algo que, reconoció, requerirá de un tiempo largo de diálogo con Atención Primaria, dado que el fondo de ese planteamiento es conseguir que los centros de salud deriven menos a las consultas externas de los hospitales.