"Que nos devuelvan el nido"

F.L.D.
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Indignación en Villafría por la retirada del ponedero de la cigüeña de la parroquia. El Arzobispado la justifica por un riesgo de caída

Algunos vecinos trataron, sin éxito, evitar la retirada del nido - Foto: Alberto Rodrigo

Solo una cosa es igual de importante que la iglesia para algunos barrios o pueblos: el nido de la cigüeña. Por eso, para  los vecinos de Villafría fue como si les hubiesen arrancado una parte de ellos cuando ayer una empresa de construcción y reformas retiró el ponedero de la torre de la parroquia de San Esteban Protomártir. Desde primera hora de la mañana, se arremolinaron para reclamar al cura que diese marcha atrás sin éxito. Desde el arzobispado insisten en que la decisión se tomó para evitar un mayor deterioro del edificio y, sobre todo, por el riesgo de caída que pudiera afectar a cualquier persona.

"Nos han quitado un símbolo del barrio, he crecido y toda la vida ha estado allí sin que molestase a nadie", reitera Elisabeth, una vecina que desde las 8 de la mañana trató de mover cielo y tierra para que el nido no desapareciera del campanario de la iglesia. El centro neurálgico de las protestas era la manzana en la que colindan el bar Última Parada y el estanco de María Ángeles. Su marido, Juan, descolgó el teléfono durante varias horas para pedir explicaciones a Medio Ambiente, cuyos técnicos autorizaron la retirada del ponedero. "Estamos indignados. Dicen que hay riesgo de caída, pero ha pasado dos vendavales muy fuertes en Navidad y ahí sigue", señaló. 

Para el barrio, decir adiós al nido de la iglesia ha sido la gota que ha colmado el vaso tras años de, insisten, "ninguneos y decisiones que solo nos han perjudicado". Una vecina, visiblemente emocionada,  insistía que "hemos tragado con muchas, pero por ésta no porque es intolerable". Otra se mostraba mucho más contundente: "Que nos devuelvan el nido y a nuestras cigüeñas". 
PELIGRO Y DETERIORO 

Para los vecinos el gran culpable de que tuvieran que despedirse de lo que consideran un icono es el párroco de San Esteban Protomártir. Insisten no solo en que el nido no ocasiona ningún deterioro para la iglesia, de hecho, añaden, "toda la vida se ha recortado para que no pesara tanto y se ha solucionado". Además, protestan porque no se les ha avisado en ningún momento.

Pero el arzobispado puntualiza que este asunto "colea desde hace dos años" y que mandaron 412 cartas a los vecinos notificándolo. El delegado de Patrimonio, Juan Álvarez Quevedo, explica que a principios de diciembre se acordó iniciar los trámites para retirar el nido de la torre a instancias del párroco, quien advirtió de que había un riesgo de caída, que había creado humedades y que dañaba a la estructura del edificio. Todo ello fue corroborado por el servicio de Medio Ambiente de la Junta de Castilla y León y dieron luz verde, aunque tenían hasta el 15 de enero para ejecutar la intervención porque es cuando comienza la época de migraciones. "Contábamos con todos los permisos. Entiendo que a muchos no les haya gustado, pero una iglesia no es el mejor lugar para que aniden las aves porque las dañan y cuesta mantenerlas", subraya. Más aún, prosigue, en el caso de San Esteban Protomártir, la cual "no puede entrar en el convenio ‘de goteras’ de la Diputación", ya que pertenece a la capital. 

Álvarez Quevedo considera que "no es una cuestión para alarmarse" y se muestra abierto a que se instale una plataforma junto al templo para favorecer que la cigüeña vuelva a anidar en Villafría, como se ha hecho en otras localidades de la provincia.