El juzgado de lo penal número 1 ha condenado a una burgalesa a pagar una multa de 2.160 euros y a indemnizar con 3.000 a un compañero de trabajo, superior suyo, al que acusó de haberla violado «sabiendo que faltaba a la verdad». La titular de este órgano considera que es culpable de un delito de calumnias. El origen de la sentencia hay que buscarlo en el mes de junio de 2017. Fue la fecha en la que la ahora condenada, quien trabajaba en un supermercado de la ciudad, manifestó a la delegada sindical de la empresa que otro trabajador la había agredido sexualmente y abusado de ella.

Tras ello, la dirección del establecimiento inició un procedimiento interno para la averiguación de los hechos y en el que se constituyó una comisión de seguimiento formada por la denunciante, la delegada sindical, el director de relaciones laborales de la cadena, la delegada de prevención de riesgos y un abogado externo contratado a tal efecto. Ante todos ellos la empleada reiteró que su compañero la había violado «sabiendo que faltaba a la verdad», según subraya el fallo, que añade que la mujer no interpuso ninguna denuncia por la presunta comisión contra ella de un delito contra la libertad sexual.

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