Cómo influye la crisis climática en el deshielo antártico

EFE
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El estudio en el que participa el investigador del Cenieh Toshi Fujioka, sugiere la probabilidad de que el debilitamiento del glaciar Skelton, en la Antártida, se haya producido como respuesta al retroceso de hielo en el mar de Ross

Pico Escalade. - Foto: Jacob Anderson

Un estudio en el que participa el geocronólogo del Centro Nacional de Investigación sobre Evolución Humana (Cenieh) Toshi Fujioka establece la predicción sobre cómo la crisis climática contribuye al deshielo de las capas antárticas y que la reducción de la superficie del glaciar Skelton se debe, probablemente, al retroceso del hielo en mar de Ross.

Toshi Fujioka, investigador en datación por Núclidos Cosmogénicos del Cenieh procedente de la Organización Australiana de Ciencia y Tecnología Nuclear (Ansto), ha participado en un estudio, publicado recientemente en la revista 'Quaternary Science Reviews', en el que se establece la predicción sobre cómo la emergencia climática contribuye al deshielo de las capas antárticas.

El estudio concluye que el conocimiento del aumento del nivel del mar a escala mundial se ve obstaculizado por el limitado conocimiento sobre el modo en que responden los casquetes de hielo ante la variabilidad climática.

Esta tesis, cuyo autor principal es el investigador Jacob Anderson, de la Universidad de Otago (Nueva Zelanda), sugiere que es probable que la reducción en la capa superficial del glaciar Skelton, en la Antártida, se haya producido como respuesta al retroceso de hielo en el mar de Ross, provocando un debilitamiento del glaciar. Además, plantea nuevas restricciones en relación con la reducción de hielo superficial a lo largo de la historia en zonas de aguas arriba, debido a que los datos aún son escasos en esta zona del glaciar.

Para llevar a cabo este estudio se utilizó la "varilla medidora", en la que se usan las edades de exposición a partir de Berilio-10 de materiales a diferentes cotas respecto al hielo actual, como es el caso de los picos montañosos aislados rodeados por un campo de hielo para delimitar la cronología y la altura de la superficie del hielo del pasado.

También se ha tenido en cuenta la datación de exposición de las morrenas interiores, que son los restos acumulados en la superficie disminuida de hielo, pero con características glaciales menos conocidas en las partes altas de los valles.

En cierta medida, la modelización actual de glaciares ha logrado simular sus fluctuaciones desde el Último Máximo Glacial, aunque existen desfases significativos entre la modelización y la observación in situ, concretamente en referencia al borde costero, donde se producen cambios considerables.

El perfil topográfico del Pico Escalade, de la parte alta del valle de Skelton, indica que el espesor de hielo en esta zona era de al menos 50 metros, o quizás superior a 120 metros, respecto al que existió durante el último Máximo Glacial.

Por el contrario, las fechas de exposición de Berilio-10 de las morrenas de hielo azul adyacentes al Pico Escalade son complejas y no pueden interpretarse como restricciones directas de la altura de la superficie del hielo.

En conjunto, las fechas de exposición de Berilio-10 de las morrenas de hielo azul sugieren que la deflación de la superficie del hielo puede haberse iniciado hace unos 19.000 años, pero la mayor parte de la pérdida de hielo superficial en el Pico Escalade ocurrió probablemente después de 15.000 años y alcanzó el nivel de hielo actual hace 6.000 años.