El Ayuntamiento de Berlangas de Roa pondrá a la venta ocho parcelas de unos 320 metros cuadrados con un objetivo claro: atraer población. Su alcalde, Silvio Pascual, explica que se han animado a emprender este proyecto tras ganar habitantes durante la pandemia.

El municipio ribereño pasó de 180 a 195 residentes, lo que para ellos supone "un incremento grande". Especialmente notable porque en la localidad se han instalado varias parejas jóvenes con niños. A ello se suma que en el último año y medio se han vendido unas cuantas casas antiguas y que, de hecho, en la actualidad hay muy pocas a la venta. Así las cosas, este doble interés por instalarse en Berlangas ha llevado al Consistorio a dotar de todos los servicios a una parcela de propiedad municipal de cerca de 2.700 metros cuadrados (que es la que después se dividirá en ocho terrenos individuales). 

De hecho, las obras comenzaron hace aproximadamente un mes y, si todo marcha según lo previsto, se acabará de incluir el saneamiento, agua, electricidad, teléfono y fibra óptica antes de que finalice el año. Pascual detalla que la fibra óptica ya está instalada en el pueblo, pero todavía no se ha activado, algo que espera que se efectúe a corto plazo. 

En total, el Ayuntamiento ha invertido unos 90.000 euros tanto en retirar los árboles que habían plantado hace cinco años en esa misma parcela como en las obras para las citadas instalaciones. 

Más movimiento. En principio, aunque todavía no se ha fijado, el precio del metro cuadrado rondará entre los 35 y los 40 euros. Unas condiciones económicas atractivas con la meta de atraer población. "Hace años la gente no vendía las casas, pero últimamente hay más movimiento. De hecho, esto ha sido lo que nos ha convencido a la hora de preparar este proyecto. En el Ayuntamiento nos sentamos y vimos que era una oportunidad para que vengan más personas", explica al respecto el alcalde. 

El Consistorio todavía no ha decidido cómo sacarán a la venta estos terrenos. Se plantean dos opciones: vender las parcelas a una constructora o que el propio Ayuntamiento se ocupe de traspasarlas una por una a los particulares. Por ahora, tres personas ya han mostrado su interés por instalarse a la entrada del pueblo, junto a la carretera. En cualquier caso, Pascual detalla que las condiciones serán similares: el compromiso de tener un proyecto en dos años y de construir en cuatro.

Detalles a pulir dentro de una iniciativa que se acomete en esta localidad ribereña por primera vez pese a que hace un par de décadas ya se reclamó algo similar para los más jóvenes.