«La Junta debe resarcirnos por el confinamiento de agosto»

I.M.L.
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ENTREVISTA La alcaldesa de Aranda, Raquel Gonzá analiza un año que ella califica como de los peores que ha vivido en el cargo, pero que no ha acabado con las esperanzas de sacar adelante proyectos, como el de la Ciudad Europea del Vino

Raquel González, alcaldesa de Aranda de Duero. - Foto: Patricia González

Enfilando ya los últimos días de este complicado e inesperado año, desde el despacho de Alcaldía del Ayuntamiento de Aranda de Duero, su ocupante repasa qué se ha hecho y, sobre todo, qué se intentará hacer en el año a punto de estrenar. Entre reivindicaciones, agradecimientos y esfuerzo realizado, Raquel González encara 2021 con la esperanza de retomar proyectos básicos para el progreso de la ciudad. 

¿Sería capaz de resumir este 2020 en una frase?

Es muy difícil, porque ha sido un año muy complicado, sobre todo desde el punto de vista sanitario y económico. El peor año y los peores momentos, he vivido los peores momentos y el peor ha sido el del confinamiento del mes de agosto.

Empecemos por lo sanitario. Al inicio de la pandemia, ¿se gestionó bien lo que estaba en manos el Ayuntamiento?

No era competencia nuestra, pero desde el punto de vista sanitario y social nos adelantamos a medidas del Gobierno central. Empezamos a tomar medidas mucho antes de que nos confinasen, como el cierre de instalaciones municipales o dejar de prestar el servicio de ayuda  a domicilio, que solo mantuvimos para aquellas personas que no tenían a nadie. Fue una decisión durísima.

A partir de ahí se fueron sucediendo situaciones dramáticas, como cuando desde todas las residencias de mayores de Aranda se nos llamaba al Ayuntamiento para pedir un material de protección que no tenían, y nosotros tampoco. Se me ocurrió recurrir a las principales empresas de Aranda, Pascual, GSK y Michelin. Es triste decirlo pero en el momento en el que Michelin nos ofreció 50 mascarillas, para nosotros fue ver la luz. Y las repartimos para las trabajadoras de ayuda a domicilio, para que tuviesen  unas mínimas garantías para seguir atendiendo a nuestros mayores.

¿La creación del hospital de convalecencia es una prueba de esos esfuerzos que se hicieron durante el confinamiento de la primera ola?

Fue una decisión que tomamos cuando se nos pidió. Primero valoramos utilizar el albergue, pero nos dimos cuenta de que esas instalaciones no era adecuadas para la seguridad sanitaria.

Ahí fue cuando nos decantamos por el recinto ferial y creo que fue un acierto. Por ello quiero agradecer a todos los que se implicaron, que probablemente no se lo hayamos agradecido los suficiente. Desde los que se pusieron a hacer mascarillas, los makers, los trabajadores de servicios, agua, electricidad,… nos dimos cuenta que coordinados y con un objetivo común somos capaces de tirar adelante. No me quiero olvidar de las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado, incluso el ofrecimiento de la Asociación de Bodegueros de convertir el vino en alcohol porque no había suficiente para desinfectar. 

Frente a la cara de ese esfuerzo común, la cruz a la que ya aludía antes: El confinamiento de agosto.

No lo entendimos, y sigo sin entenderlo. No entendíamos que sin ingresados en el hospital y una situación normalizada en la calle sufriéramos ese confinamiento. Estamos aún dolidos y lo más duro es que se nos señaló en ese momento. En el resto del país había localidades que también estaban confinadas pero los medios de comunicación se centraron en Aranda, no sé porqué, y a la hostelería, la restauración y el comercio les hizo mucho daño en un momento en el que sus perspectivas iban en aumento con buenas posibilidades para intentar salvar el año.

En el ámbito institucional, entiendo que como alcaldesa defendió los intereses de la ciudad.

Lo he hecho todo el tiempo, pero para llevar razón no hace falta gritar. Las cosas se pueden decir claras pero sin chillar. Sin estridencias, he defendido los intereses de los ciudadanos de Aranda, prueba de ello es lo vivido en las últimas semanas.

A mí me gusta que las decisiones se tomen con criterios objetivo. Pero primero se hablaba de zonas básicas de salud, luego de comunidad autónoma y luego de provincia. Entonces, no entendíamos que cuando nosotros como zona de salud nos confinaron en el mes de agosto, después se nos pretendiera confinar por los datos provinciales. Ahí tuvimos que alzar la voz tanto la alcaldesa de Miranda de Ebro como yo, sin chillar ni estridencias, pero exigiendo que no se nos lastrase por los datos de Burgos ciudad. Afortunadamente, la Junta atendió nuestras exigencias y se relajaron las medidas restrictivas antes que a Burgos.

Cree que la ciudadanía es consciente de lo que ha hecho desde el Ayuntamiento para mejorar la situación en cada momento como se podía.

Los sectores directamente afectados lo saben. Es decir, la hostelería sabe lo que hemos luchado por ellos, el empresariado también, y creo que la ciudadanía también, porque en algunas ocasiones me lo han reconocido. Siempre habrá quien diga que no, pero la sensación que me han trasladado es que apoyan mis reivindicaciones y me agradecen la defensa de Aranda al margen de temas políticos, porque cuando una es alcaldesa tiene que defender a los suyos con uñas y dientes.

Reivindicaciones que entiendo no paran, porque la situación sanitaria y económica va a continuar. ¿Sigue luchando por el resarcimiento por parte de la Junta por el confinamiento de agosto?

Ese planteamiento se hizo desde el principio, nos reunimos inmediatamente con el consejero de Fomento y nos manifestó el interés de su Consejería para sacar una línea de ayudas. Ya hay una para ciudades confinadas y lo que procede es que, aprovechando que Aranda va a celebrar la Ciudad Europea del Vino, la ayuda de la Junta llegue de manera especial a nuestra localidad para promover nuestro tejido económico y resarcirnos de esa reputación que se nos creó en ese momento cuando el resto del país no tenía más noticias y se focalizaron en Aranda.

Más allá de lo relativo a  la pandemia, ¿el día a día en el Ayuntamiento cómo se ha desarrollado?

No se ha dejado de trabajar, es cierto que hay concejalías que se han quedado vacías de contenido, como Festejos o Deportes, pero eso no significa que se haya dejado de trabajar. Otras, como Promoción y Desarrollo, que se ha volcado con las ayudas al alquiler o los Arandabonos, que están listos para salir en cuanto estén los presupuestos de 2021 aprobados, sin duda en el primer trimestre del nuevo año.

En Hacienda también se ha hecho un trabajo enorme para las exenciones de tasas o para aplazar impuestos como el del IBI, el del agua y otros para que nadie tuviese que preocuparse de ello durante el confinamiento.

En Medio Ambiente, con la contratación de una técnico, se han adelantado proyectos para los remanentes, entre otros asuntos, como hacer seguimiento importante de contratos como el de parques y jardines.

En Obras han seguido sacando expedientes, no tan rápido como en una época normal, pero sin pausa.

Por supuesto, desde Acción Social se ha echado el resto, con iniciativas como la puesta en marcha del banco de alimentos, en el que estuvimos trabajando de manera personal la mayoría de los concejales del Ayuntamiento, a quien se lo quiero agradecer, al igual que en el montaje del hospital de convalecencia.

¿Y en Personal, que usted preside?

La relación de puestos de trabajo se está avanzando, a punto de finalizar y esperemos mantener el consenso de los últimos meses en los que hemos tenido reuniones semanales para dar un impulso a este documento necesario. Por otro lado, los procesos selectivos se están desarrollando, con el tercero ya para la Policía Local, el de letrado mayor, el de arquitecto… Se está regularizando la situación que este Ayuntamiento traía de atrás en los que no se habían sacado los procesos selectivos correspondientes.

Es algo fundamental para el trabajo interno del Ayuntamiento porque durante muchos años estaban limitadas las tasas de reposición, creándose puestos laborales e intentamos realizar todos los procesos de selección de funcionarios.

Con la vista puesta en el año 2021 y las necesidades de ayudas a distintos colectivos y sectores, ¿se ha tirado la toalla para hacer realidad proyectos pendientes?

Para nada, tenemos planteamientos de proyectos que van a estar a lo largo de 2021 realizados, como la redacción del proyecto de los Jardines de don Diego, la avenida de Burgos también está adjudicada la redacción y otros proyectos pendientes como la avenida Castilla, que ya tiene proyecto, y que tienen que empezar a ser una realidad en 2021. Tendremos una importante cantidad de remanentes para ello.

Pero ya adelanto que si vuelve el Gobierno central a decir que los quiere para él, evidentemente este Ayuntamiento voluntariamente no entregará los remanentes de tesorería a ningún gobierno que hasta este momento no nos ha mandado ni un solo euro. Las entidades locales hemos hecho un verdadero esfuerzo para ayudar en esta pandemia a los que lo estaban pasando mal, no así el Gobierno central que, lamentablemente, estamos acabando diciembre y salvo sorpresa, a los ayuntamientos no nos ha dado ni un céntimo para paliar las necesidades de los ciudadanos por la covid-19.

Además, ojalá pudiésemos conseguir financiación de los fondos europeos para conseguir que no haya pobreza energética en nuestra localidad y garantizar que aquellos que tienen más dificultades económicas puedan tener calor en sus viviendas lo más económico posible. Eso lo haríamos a través de un proyecto para llevar la red de calor a todos los barrios de la localidad. Esa es la idea fundamental para pedir fondos europeos porque tienen que ser proyectos muy grandes, como mínimo de 10 millones de euros, que son los que se van a empezar a analizar. Es un proyecto muy ambicioso.

En lo político, este año también ha sido convulso. ¿Afectan los cambios en el grupo mayoritario en la oposición al trabajo del día a día?

Para el equipo de gobierno ha sido un año de trabajo y esfuerzo, y yo como alcaldesa lo único que puedo decir respecto a otros grupos políticos es que me hubiese gustado que en el grupo mayoritario en la oposición también hubiese sido una situación más normalizada. Por los medios de comunicación nos enteramos que esa situación la venían arrastrando desde antes de las elecciones y solo puedo lamentar las declaraciones realizadas por Mar Alcalde, que no dan estabilidad a un Ayuntamiento. 

Espero que su marcha a los no adscritos no obstaculice y podamos seguir trabajando, tanto con el grupo socialista como con los no adscritos, poniendo por delante el compromiso con los ciudadanos.

¿Cómo despide 2020 y espera recibir 2021?

Empezamos el año con un sentimiento de esperanza y tenemos que terminarle con ese mismo sentimiento para 2021, porque si por 2020 dependiera… Ha sido un muy mal año desde todos los puntos de vista.

Yo quiero tener un recuerdo especial para todos esos vecinos que han fallecido, sobre todo los que han fallecido solitos, sin sus familias, porque no han podido estar con ellos en esos momentos tan difíciles.

Y quiero terminar con un punto positivo y agradecer a los sanitarios y a todos aquellos que, cuando nos hemos tenido que quedar en casa, han salido a trabajar a sus puestos diariamente. Empleados de supermercados, gasolineras, periodistas y tantos otros. 

Vamos a dejar atrás un año que iba a ser muy especial, porque éramos Ciudad Europea del Vino, pero lo ha sido por otros motivos. Ojalá podamos celebrar 2021 como íbamos a hacerlo en 2020, aunque sea con un plan B, pero tendremos que hacernos oír y Aranda tendrá que salir en las noticias por cosas buenas.