El hielo agrava el vía crucis por la vía de Oña a La Molina

S.F.L.
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Solo se puede acceder a los pueblos en vehículo todoterreno y algunos residentes llevan desde el 1 de enero sin viajar a otras localidades

Recomiendan no circular por la vía que cruza Barcina con turismos por la formación de placas de hielo. - Foto: A.C.

El temporal de nieve Filomena ha complicado aún más el tránsito por la carretera que une Oña con La Molina y el hielo formado en varios tramos ha dejado aislados aproximadamente a medio centenar de vecinos de las distintas localidades que no disponen de un vehículo apto para circular. Si bien, las complicaciones en dicha vía a causa del mal tiempo comenzaron el pasado 1 de enero y a día de hoy las placas de agua congeladas dificultan la conducción. La gran mayoría de los residentes de Penches, Barcina de los Montes, La Aldea, Zangandez o La Molina apenas se han movido de sus domicilios y los que se han visto obligados a ello por motivos laborales han vivido situaciones realmente angustiosas.

Ana, que se estableció en Barcina hace años, trabaja en la residencia oniense. Ha faltado al trabajo un día porque la resultó imposible coger el coche y conducir los ocho kilómetros que separan su casa de su puesto de trabajo. El coche ha quedado sepultado bajo los 50 centímetros de nieve acumulados y ha requerido del servicio de un taxi de Oña para desplazarse. Najat, vecina de Penches, sufre el mismo problema. Ambas han tenido algún susto en dicha vía y no se han atrevido a mover los turismos. «Nos ofrecieron quedarnos a dormir en la residencia pero no podemos porque tenemos hijos y animales que cuidar», declara Ana.

Sin embargo, Dorien y Edo aseguran que es el primer año que las instituciones actúan con tanta rapidez en la limpieza de la carretera de La Aldea. «Mi principal inconveniente no es conducir sino acceder a la carretera ya que normalmente nuestras calles no las limpian y apenas podemos mover los coches de sitio», asegura.

De igual manera los animales también sufren el temporal y las reses de Paulino llevan a la intemperie diez días ya que el manto blanco ha impedido que el ganadero guiara a los animales hasta las cuadras. No obstante, gracias a su tractor ha podido realizar una senda y alimentar a los animales. Desgraciadamente, el pastor tiene que lamentar desde que llegó el temporal la muerte de un ternero provocada por los ataques de los perros híbridos vistos en el territorio desde hace años y la desaparición de una vaca.

El presiente de la Junta Vecinal de Barcina, Víctor Manuel Ramón, considera que la formación de placas de hielo en la calzada se debe al fatal estado de la misma y requiere que la Diputación, propietaria de la vía, realice las «reparaciones oportunas para acondicionar laBU-V-5203, una carretera muy transitada a diario por vecinos y turistas».

Pero la borrasca no solo ha dificultado el acceso a las poblaciones más elevadas de la comarca. Reinoso y Valdazo, localidades aledañas a Briviesca, también sufren las consecuencias del frío. «Hay una lámina de hielo de un kilómetro de longitud que complica la conducción con un turismo», manifiesta Daniel, un vecino de Valdazo. Los bomberos de la capital burebana cooperan con el Ayuntamiento para eliminar los carámbanos que cuelgan de los tejados y limpian las calles de la ciudad y las pedanías.