El Mariquelo volverá al cielo charro para redondear 35 años

SPC
-

Ángel Rufino de Haro dedica la subida a la torre de las campanas de la seo salmantina de este año a los enfermos de esclerosis múltiple, alzhéimer, autismo y encefalomielitis miálgica, así como a los miembros de la asociación Ariadna

El Mariquelo volverá al cielo charro para redondear 35 años

El folclorista salmantino Ángel Rufino de Haro, popularmente conocido como El Mariquelo, volverá al cielo de Salamanca este domingo, 31 de octubre, para cumplir con su trigesimoquinta "acción de gracias" desde que recuperara la tradición de ascender a la torre de las campanas de la Catedral salmantina en 1986. Una efeméride que calificó este miércoles como un "acontecimiento histórico" durante la presentación de los detalles del evento realizad en el Convento de Las Claras.

La ascensión de este año estará dedicada, según explicó, a los enfermos de esclerosis múltiple, alzhéimer, autismo y encefalomielitis miálgica, así como a los miembros de la asociación salmantina Ariadna, y a los familiares de todos ellos. "No siempre la gente se da cuenta de los problemas que tienen las personas con alguna enfermedad de éstas, pero es bueno aunar esfuerzos para llagar a los corazones de todo el mundo", manifestó Rufino de Haro en su intención de dotar de mayor visibilidad a los afectados, cuyos representantes le acompañaron en el acto.

Durante la presentación también estuvo presente el concejal de Turismo del Ayuntamiento de Salamanca, Fernando Castaño, quien anunció, como novedad, que este año El Mariquelo viajará en globo como actividad complementaria. Un evento que no tendrá lugar el propio domingo, sino el jueves, ya que la previsión meteorológica desaconseja su realización en la fecha indicada. "La subida de El Mariquelo ya es histórica y nos hace recordar pasadas catástrofes. Ahora que dejamos atrás la pandemia, debemos recordar que hemos salido adelante muchas veces", valoró el edil.

El Mariquelo recuperó hace 35 años esta tradición que se remonta a 1755 cuando un terremoto con epicentro en Lisboa sacudió la capital del Tormes y obligó a los salmantinos a refugiarse en la Catedral. El templo aguantó el envite pero la torre sufrió una leve inclinación. Es por eso que El Cabildo catedralicio reclamó que cada año alguien subiera a comprobar su estado y, de paso, lanzara unas plegarias en agradecimiento a Dios por haber preservado la integridad de los fieles durante el seísmo.