Aquellos viejos tiempos

A.C.
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La nueva sala etnográfica Félix Arroyo, con las piezas del coleccionista de Basconcillos del Tozo, ofrece un viaje al pasado con centenares de aperos de labranza, de la molienda, de la fragua o el mundo del motor

El presidente de Aceyam, Benito Gutiérrez, a la izquierda, explica al alcalde, Isaac Angulo, cómo funcionaba la fragua. - Foto: A.C.

Entrar en la nueva sala etnográfica Félix Arroyo, habilitada por el Ayuntamiento de Medina de Pomar es, sin duda, un viaje a aquellos viejos tiempos que solo recuerdan quienes se criaron en un pueblo hace más de 60 ó 70 años. Ayer mismo le hizo el alcalde medinés, Isaac Angulo, quien rememoró muchas de las cosas que conoció en su infancia en Cuestahedo y que hoy han desaparecido de todos los hogares. Esta nueva exposición permanente dará la oportunidad de conservarlas gracias a la confianza que el coleccionista de Basconcillos del Tozo depositó, primero en Javier González, de la Asociación Cultural Etnográfica y Artesanal de Las Merindades (Aceyam), y después en el Ayuntamiento, que la custodiará sine die tras habérsela donado.

Mañana, sábado, a las doce y media de la mañana, se celebrará la inauguración de esta nueva sala dependiente del Museo Histórico de Las Merindades y Félix Arroyo, de 92 años de edad, podrá comprobar que ha dejado su legado en buenas manos. Para mostrar la colección, el Consistorio ha alquilado una nave de 800 metros cuadrados, ubicada en la avenida Carlos V, en la que mañana se encenderá la fragua y el experto Iñaki Canterla, de Frías, realizará una exhibición de cómo se trabaja el hierro.

Los responsables de Aceyam serán los maestros de ceremonia y quienes conducirán la visita por la nueva sala etnográfica con el propio Félix Arroyo, aunque también se podrá visitar durante las jornadas de puertas abiertas que se celebrarán este domingo y el próximo fin de semana, los días 30 y 31, de doce de la mañana a dos de la tarde. De nuevo, en ellas estarán presentes los integrantes de Aceyam, mientras que a partir de ese momento, las visitas se realizarán a demanda, siempre con una petición previa en el Museo Histórico, desde donde se desplazarán sus guías.

En la nueva sala también se podrán ver los documentales que Arroyo costeó y grabó con vecinos y amigos ataviados de época emulando las tareas de la siembra de la patata, la molienda y el horno de pan, la fragua y el potro. Junto con este material audiovisual, la exposición ofrece fotografías de gran formato de estas actividades que sirven para ver de forma práctica el uso que se daba a las piezas.

Entre las joyas de la sala se cuentan el antiguo surtidor de manivela de la estación de servicio Rivera, de Villarcayo, donde un antiguo cartel recuerda que el último precio por el que se vendió la gasolina que portaba, costaba tan solo 10,5 pesetas, apenas 6 céntimos de euro... una ganga. Una Motobecane de 1923, una de las ocho antiguas motocicletas de la colección, es otra pieza codiciada, así como un faeton, un curioso carruaje. Pero una de las que posiblemente más aprecia el propio Félix Arroyo es la fragua de su padre, Esteban, quien llegó a Basconcillos del Tozo en 1927 para hacerse cargo de la forja del pueblo, por lo que la pieza acumula más de cien años de antigüedad. 

Las curiosidades de la muestra son incontables, dado que reúne desde una colección de antiguas máquinas de coser de todas las marcas hasta la enorme maquinaria de un reloj de torre de Quintanaortuño que salió en 1862 del taller de Lesmes Villanueva Duque, en Burgos, y que va a ser restaurado. El potro de herrar vacuno con una Tudanca disecada es otro de los elementos que atraerá muchas miradas.