Las ayudas del IDJ solo llegan a dos localidades de la comarca

Samanta Rioseras / Aranda
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Gumiel de Izán ha recibido casi 90.000 euros para construir una cubierta en la pista deportiva y Caleruega 18.000 para reparar la del frontón municipal

Las subvenciones correspondientes al plan extraordinario de instalaciones deportivas del Instituto Provincial para el Deporte y la Juventud (IDJ) tan solo beneficiaron a dos municipios de la Ribera del Duero durante el año pasado: Caleruega y Gumiel de Izán, que recibirán, respectivamente, 18.000 y 87.869 euros.
Cantidad con la que los gomellanos podrán instalar una nueva cubierta en la pista polideportiva y los caleroganos repararán la cubierta del frontón municipal. En ambos casos, la ayuda concedida a través de la entidad dependiente de la Diputación representa el 60% del coste total de intervención. El resto lo asumen los ayuntamientos: 12.000 euros en el caso de Caleruega y 58.579 en el de Gumiel.
La aportación realizada a ambas no supone ni el 7% del millón y medio disponible. Sin embargo, aún queda disponible un remanente de 570.000 euros, de los que parte podrían recalar en la comarca, según indicó el presidente del IDJ, Ángel Carretón. «Los técnicos están valorando todas las solicitudes que hubo y en este mes de enero, tras la próxima junta de gobierno, se conocerá a quiénes se les concede», comentó. Pero, recordó, solo optarán a la ayuda los municipios de menos de 1.000 habitantes para financiar obras menores. Restricción que elimina toda posibilidad de recuperar uno de los proyectos más demorados de la Ribera del Duero: las piscinas de Tórtoles de Esgueva.
«Sí, se quedaría fuera, pero el alcalde ya sabe que para eso no hay nada previsto en este momento», reconoció. Aún así, mostró su intención de elaborar algún plan especial en el que tuviese cabida. «Podríamos estudiarlo, pero con las bases actuales no puede entrar». Tampoco durante el año 2016, puesto que una de las condiciones niega la opción de construir nuevas instalaciones en pueblos con una población inferior a los 20.000 habitantes. Una limitación que Carretón achaca al retraso en las ejecuciones de las obras: «Hemos tenido que conceder plazos para terminarlas porque muchas no están ni empezadas».
Motivo, explicó, por el que se han visto obligados a juntar dos anualidades. «Si sacamos otro plan, sería imposible», indicó. «La cuestión, ahora en 2016, es rematar las de 2014 y 2015». De esta forma, a lo largo del año «se podrá redactar otro más expansivo en el que no habría ningún problema para esas piscinas».
Aunque Carretón, dijo, no puede dar un sí rotundo al futuro de esta instalación, aseguró que tiene muchas posibilidades. «Tenemos el compromiso de potenciarlo porque ya existe parte de la obra y hay un proyecto. No es empezar de cero», subrayó.
 
¿Y el estudio de 2008? Cuestionado sobre la vigencia del estudio realizado en el año 2008, el presidente del IDJ aseguró que su contenido sigue marcando la hoja de ruta de la entidad. En dicho documento, en el que se establecen las necesidades de toda la provincia, la Ribera del Duero precisaría de «una piscina climatizada y una pista de atletismo». 
Ambas, según se recoge en el texto, solo podrían construirse en Roa de Duero por motivos de población. Además, se marca como objetivo la puesta en marcha de «más campos de fútbol 7 y algunas más instalación cubiertas lo más funcionales posibles que permitan practicar varias actividades simultáneamente sin depender de la climatología».
Indicaciones ante las que Carretón se limitó a establecer el 2016 como el año en que se rematará todo lo pendiente. «Trataremos de mejorar las zonas en las que nos hayamos quedado cortos. Intentamos hacer las cosas bien». En este sentido, manifestó su opinión sobre la locura que supuso la construcción de grandes polideportivos en pequeños pueblos con aforos que superan su número de habitantes. «Algo de razón tiene esa afirmación, pero sin crítica a lo que se hizo anteriormente, ahora tratamos de hacerlo en municipios con instituto». 
Cree que esta es la única forma de que existan instalaciones deportivas «dignas» que logren «fomentar el deporte escolar». Una actividad que, «desde la Diputación, mueve a muchísimos niños todos los sábados». Carretón aseguró que, en algunos lugares, era imposible al no existir un sitio adecuado. «Hay que diferenciar entre un pabellón por capricho del alcalde y uno por necesidad».