La Semana Santa relaja el aislamiento pero no la vigilancia

F.L.D.
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El inicio de los días festivos obliga a poner en marcha una nueva Operación Jaula en las carreteras de la provincia

La Semana Santa relaja el aislamiento pero no la vigilancia - Foto: Alberto Rodrigo

Las Fuerzas y Cuerpos de Seguridad del Estado saben que estos días pueden ser los más difíciles desde que se decretó el estado de alarma. Muchos ciudadanos pueden tener la tentación, animados por el buen tiempo y la Semana Santa, de coger el coche y partir hacia segundas residencias para pasar allí la cuarentena, pero la norma prohíbe taxativamente este tipo de conductas y, aunque alguno pueda pensar que por viajar de puerta a puerta no va a generar ningún riesgo de contagio, las leyes están para cumplirlas. Como ya sucediera el pasado viernes, tanto la Guardia Civil, como la Policía Local y la Nacional, reforzaron su presencia en las calles y también en las principales vías para evitar los quebrantamientos del aislamiento.

Con la excusa de los dos días festivos de esta semana, las calles de la capital burgalesa han presentado un aspecto algo más concurrido. Las colas en supermercados y grandes superficies, como en el caso de Alcampo, han sido más extensas de lo habitual, lo que ha hecho que los cuerpos policiales extremen la vigilancia ante una posible relajación ciudadana.

Desde el principio de la cuarentena, las juntas de seguridad han puesto el foco en dos aspectos fundamentales para conseguir que el confinamiento sea absoluto y, por ende, efectivo. Por un lado, la vigilancia de la movilidad en el interior de los municipios para evitar desplazamientos que desemboquen en reuniones familiares o de amigos. Por otro, el blindaje al tráfico de vehículos para que no se produzcan viajes a municipios de la provincia o incluso a otros territorios. En ambos casos, el riesgo es mayor estos días, pues los festivos y el buen tiempo pueden generar cierta confusión ante un cansancio generalizado.

La Policía Local y la Nacional se repartieron entre diferentes puntos de la ciudad para evitar las salidas, como ya ocurriera en ocasiones anteriores, mientras que la Guardia Civil se ocupó de extremar la vigilancia en las grandes autovías. Las cifras de denuncias y detenciones que se han producido durante el estado de alarma invitan a no bajar la guardia, pues hasta el momento se ha sancionado a más de 2.500 personas en la provincia y se ha arrestado a 23.

(Más información, en la edición de papel de hoy de Diario de Burgos)