UGTCyL ha puesto en marcha ‘El contador de la vergüenza’, una herramienta accesible en la página web del sindicato (ugtcyl.es) y en la de Salud Laboral (www.saludlaboral.ugtcyl.es) con la que pretenden “visibilizar el drama de la siniestralidad laboral”, actualizando diariamente la cifra de personas que mueren “por el solo hecho de ir a trabajar”.
Según detallan en un comunicado recogido por Ical, detrás de cada muerte hay, a diario, verdaderas tragedias para muchas familias, y “las cifras no se corrigen, al contrario, parecen ir a más”. Así, en los 9 primeros meses de 2020 y a pesar del descenso en la actividad económica, provocada por la COVID-19, se han registrado 45 muertes, 13 más que en el mismo periodo del año anterior, lo que supone un incremento del 40,6 por ciento.
UGT considera que la gran mayoría de estas muertes podrían evitarse con el cumplimiento riguroso de la Ley de Prevención de Riesgos Laborales, con más recursos para reforzar la prevención en las empresas y aumentar el nivel de vigilancia por parte de la Inspección de Trabajo, así como con el cumplimiento de los convenios colectivos.
“Es preciso establecer unas condiciones laborales más dignas porque los vínculos entre precariedad y siniestralidad son evidentes. En este sentido, es vital avanzar hacia un mercado laboral con empleo estable y de calidad así como la derogación inmediata delas dos últimas reformas laborales”, defienden.
En este sentido, consideran “especialmente lesiva” la de 2012 ya que “ha devaluado el trabajo, disparando la temporalidad y parcialidad de los contratos, además de impulsarla aparición de riesgos psicosociales. Asimismo, consideran que es necesario crear la figura del delegado territorial o sectorial de prevención para mejorar la seguridad y salud laboral en las pymes, porque “donde no hay representación sindical hay más riesgos”.
UGT insta al Gobierno a que ponga en marcha “ya” la mesa de diálogo social para abordar un Plan de Choque contra la Siniestralidad Laboral que aborde todos estos aspectos, con el objetivo de que no se produzca ni una muerte más en el trabajo.