Atenea, una apuesta por la quinoa

J.Á.G.
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Rodrigo Heras es pionero en la fabricación de cervezas con este cereal, que adquiere al agricultor Juan Carlos Sierra en Cilleruelo de Abajo

Rodrigo Heras, pionero de la cerveza de quinoa, comprueba temperaturas y tiempos. - Foto: Jesús J. Matí­as

Rodrigo Heras es un microcervecero que complementa su trabajo con su afición a esta bebida y otras elaboraciones en las que está siendo pionero, como es la hidromiel, precursora de la cerveza. Este afán de recuperación de antiguas recetas y también de experimentar nuevos sabores le ha llevado a producir una cerveza de quinoa. No es nueva porque sabe que en Chile ya están comercializándola, pero sí en España y en Burgos. Siempre le ha gustado probar cosas nuevas y de ahí surgió la idea de llevar a cabo este proyecto, para el que ha contado con las instalaciones de Cerveza Virtus. A mediados de junio Heras sacará al mercado sus primeras botellas bajo la etiqueta de Atenea, la diosa griega de la sabiduría.

El proceso de elaboración, según explica, comienza infusionando la quinoa, que adquiere a Juan Carlos Sierra, un agricultor que la cultiva en Cilleruelo de Abajo, a cuarenta grados. Cuando llega a los 50 grados se le añade malta de cebada y se sube la cocción a los 60. En todos estos pasos el tiempo estimado entre cada uno de ellos es de 20 minutos. Una vez conseguido el mosto, se filtra y se hierve durante 75 minutos, aunque a los 15 minutos se añade el lúpulo fugle -un clásico inglés que se añade a la cervezas ale- y a los 45 el saaz, otro lúpulo, en este caso de Chequia, que tiene aromas a hierba y especias.

Se deja enfriar la mezcla y se añade la levadura para la fermentación. Así permanecerá diez días y otros veinte se empleará en la maduración en el fermentador. A mediados de junio se completará el proceso y a partir de ahí comenzará el embotellado y el embarrilado, los dos formatos en los que se comercializarán el millar del litros de esta primera producción.