La venta de vino crece un 7% después de un agosto histórico

L.N.
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Las bodegas de la DO Ribera del Duero solicitan 68,3 millones de contraetiquetas, 4,4 más que en 2021

La recogida de la variedad albillo marcó el inicio de la vendimia en la Ribera del Duero. - Foto: Alberto Rodrigo

La Denominación de Origen Ribera del Duero vive un momento dulce. Basta un dato: en lo que va de año las distintas bodegas han solicitado 68.319.869 contraetiquetas, lo que supone un aumento de un 7% si se compara con el mismo periodo de 2021, cuando se demandaron 63.889.999 contraetiquetas, imprescindibles para poner en el mercado las botellas de vino adscritas a esta marca de calidad.  

Además, el aumento en el nivel de ventas supera con creces el registrado antes de la pandemia, ya que en los ocho primeros meses de 2019 el Consejo Regulador entregó 60.621.097 contraetiquetas, por lo que la subida actual ronda el 12,7%. Todo ello después de vivir un mes de agosto histórico, el mejor de toda la serie, según los datos de la propia Denominación de Origen, que se remontan a 1991. Sólo durante agosto de 2022 se expidieron 6.963.067 contraetiquetas, superando las 5.413.965 de 2021, las 4.091.114 de 2020, las 4.781.607 de 2019 o las 5.786.884 de 2017, año que hasta ahora atesoraba el máximo en un mes de agosto.     

En el sector atribuyen el crecimiento en la demanda de vinos de la DO Ribera del Duero a «un cúmulo de pequeños factores». Especialmente, según detalla Juan de la Vega, gerente y director comercial de Bodegas Pérez Pascuas, a las ganas de salir tras dos años complicados por la crisis del coronavirus. «La gente quiere pasarlo bien. Es cierto que todos le hemos visto las orejas al lobo, pero se da prioridad a aprovechar el momento y disfrutar de la vida». Un cambio de mentalidad que se refleja en la vertiente comercial. «Estamos que nos salimos todos», admite De la Vega, mientras detalla que este es el sentir generalizado entre los bodegueros de la comarca. 

En líneas generales, la evolución mensual supera las cifras tanto de 2021 como de 2019 en el acumulado del año. «Eso sí, siempre con los pies en el suelo», puntualiza, consciente de que la tendencia podría variar, especialmente por la incesante subida en el precio de materiales como el vidrio, el papel, el cartón, los fitosanitarios, la energía y los combustibles «Ahora se piensa a corto plazo, ya que de un día para otro puede pasar cualquier cosa. Siempre se producen cambios inesperados, pero el acumulado del año ya no te lo quita nadie», añade.

En esta misma línea, se pronuncian otros bodegueros como Rodrigo González, de Altos del Enebro. A su juicio, «en Ribera del Duero vivimos en una especie de isla paradisiaca, ya que se mantiene muy fuerte y en posición alcista».  Por su parte, Sergio García, de la bodega cooperativa Tiempo Vivo subraya que «no hay ninguna duda de que las ventas van bien». Y todo, continúa, «a pesar de que con el covid parecía que se iba a acabar el mundo. Ha sido un año difícil pero seguimos hacia adelante». 

Los bodegueros también atribuyen el incremento de ventas a la reactivación tanto del mercado nacional como internacional, algo que se nota de igual forma en el turismo y el ocio. Sobre el repunte concreto de agosto, todos constatan que fue «un mes muy bueno» y les anima a continuar ya que no suele ser de los más fuertes, al menos no para los tintos debido a las elevadas temperaturas.