Lo va a tener difícil, por no decir imposible, aunque Toledo haya mostrado su voluntad de echar una mano tras el hermanamiento cultural que escenificaron ambas ciudades hace unas pocas semanas.Burgos no podrá cumplir la ambición que tienen los regidores municipales de integrar el llamado ‘selecto club’ que forman quince urbes cuyos centros históricos han sido reconocidos por la Unesco comoPatrimonio de la Humanidad. Y no lo hará porque este colectivo (que no es otra cosa que una asociación privada constituida en Ávila en 1993) no reconoce que el centro histórico de Burgos es Patrimonio de la Humanidad precisamente desde ese mismo año, cuando este organismo declaró Patrimonio de la Humanidad al Camino de Santiago, declaración que llevaba ímplicito el reconocimiento del casco histórico de Burgos como tal.
Fuentes consultadas por este periódico han constatado que existe cierto malestar en el seno del ‘selecto grupo’ tras las declaraciones realizadas por la alcaldesa de Toledo,Milagros Tolón, quien públicamente anunció que Burgos merecía estar en el seno de esta red de ciudades patrimoniales y que apoyaría su ingreso en la misma. «Burgos nunca ha sido declarada ‘Ciudad Patrimonio de la Humanidad’ como sí ha sucedido con Alcalá de Henares, Ávila, Baeza, Cáceres, Córdoba, Cuenca, Ibiza, Mérida,Salamanca, San Cristóbal de la Laguna, Santiago de Compostela, Segovia, Tarragona, Toledo y Úbeda. Que su Catedral sí sea Patrimonio de la Humanidad y que por ella pase el Camino de Santiago no es lo mismo», señalan fuentes del Grupo de Ciudades Patrimonio de la Humanidad, que está celebrando el 25 aniversario de su creación.
«No quieren aceptar a más ciudades en su grupo porque de esta manera tendrían que repartir entre más las subvenciones que reciben delEstado. Y tocaría a menos», explican expertos en Patrimonio consultados por DB, que consideran que Burgos, Granada oLeón, por ejemplo, tendrían todo el derecho a formar parte de ese colectivo. Icomos, el organismo que representa a la Unesco en España, lleva años denunciando esa política excluyente que practica esta red de quince ciudades, espíritu que choca frontalmente con la filosofía de cooperación y solidaridad de que hace gala la Unesco. Según fuentes del Ministerio de Cultura, desde el año 2006 el Estado ha aportado más de tres millones de euros en concepto de subvenciones nominativas al Grupo Ciudades Patrimonio de la Humanidad.
Begoña Bernal, profesora de Geografía Humana de la Universidad de Burgos, experta en patrimonio y expresidenta de Icomos, lleva años reivindicando que el centro histórico de Burgos es Patrimonio de la Humanidad.Esgrime siempre documentación para justificar esa afirmación. La clave se encuentra en los cinco tomos que conforman la ‘Declaración del Camino de Santiago como Patrimonio de la Humanidad’. En uno de los apartados principales se recoge: «El Camino de Santiago queda constituido por los terrenos que ocupe y sus elementos funcionales, con el ancho que conserve cada tramo. La delimitación del perímetro de protección se establece en un ancho de treinta metros a cada lado del Camino desde el borde exterior del mismo». Y añade con precisión: «Este perímetro se amplía en el caso de los núcleos urbanos y en los enclaves de fragilidad ambiental. Este perímetro abarca básicamente los cascos antiguos de los núcleos y los elementos que por su interés histórico, cultural y paisajístico definen dichos enclaves».
A mediados de los años 90 un grupo de intelectuales promovió una campaña, que después hizo suya el Consistorio de turno, para que Burgos fuese declarada Patrimonio de la Humanidad. Cuando la reclamación llegó hasta la Junta de Castilla y León, su respuesta fue reveladora: «No corresponde a la Junta considerar si Burgos cumple unos requisitos para lograr ese reconocimiento internacional aludido, toda vez que el casco histórico de Burgos ya está afectado por la declaración como Patrimonio de la Humanidad por dos motivos, uno por contener un bien individualmente declarado, la Catedral, y otro y más importante es que el casco histórico ya es Patrimonio de la Humanidad, toda vez que el Camino de Santiago fija un ámbito coincidente con la mayor parte del casco». El entrecomillado es una respuesta parlamentaria que firmaba la consejera de Cultura.
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