El HUBU certificó ayer la defunción de otro enfermo de la covid-19, por lo que el total de víctimas mortales por la infección por el SARS-CoV-2 en los hospitales de la provincia asciende a 215 personas. En las residencias de ancianos fallecieron 280 personas (de las cuales 109 tenían síntomas compatibles con la enfermedad del coronavirus, pero no diagnóstico mediante prueba) hasta el pasado 28 de mayo y, desde entonces, la situación está estable. Son más de dos semanas sin fallecidos en residencias, que han sido las grandes sufridoras de la pandemia.

La transmisión del virus parece seguir tendencia descendente en la provincia, donde el jueves tampoco se diagnosticaron nuevas infecciones sintomáticas en las 24 horas previas. Este es el margen temporal establecido por el Ministerio de Sanidad para hacer seguimiento de la evolución epidemiológica, al considerar que hay que diferenciar los casos nuevos con síntomas (prueba de contagio reciente) de los asintomáticos y/o arrastrados desde hace semanas porque, aunque sean contagios confirmados mediante prueba diagnóstica, no son indicativos de un rebrote.

También hay estabilidad en las plantas de los hospitales, con 9 pacientes en el HUBU y uno en el Santiago Apóstol de Miranda. En el Santos Reyes hace un par de semanas que no hay hospitalizados por coronavirus. La UCI, que es única para la provincia, sigue con dos críticos.