El 62% de los ingresados por gripe no tenían puesta vacuna

G.G.U.
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Burgos recibe 85.190 dosis, con la intención de lograr un 75% de cobertura en la población diana

La campaña arrancó este martes en toda Castilla y León, donde es imprescindible pedir cita previa para ponerse la vacuna. - Foto: Patricia

La última epidemia estacional de gripe (otoño/invierno 19/20) concluyó en Burgos con 157 personas ingresadas en el HUBU a causa de este virus y 98 de ellas (el 62%) no se habían puesto la vacuna. La conjunción de este hecho con el riesgo de saturación del sistema sanitario por la coexistencia de la gripe con la pandemia por coronavirus ha convencido a la Consejería de Sanidad de que en Burgos es necesario incrementar la cobertura en la población de más de 65 años en ocho puntos: del 63,8% al 75%.

Con este propósito, para la provincia se han comprado 85.100 dosis (dos mil más que el año pasado), que ya están a disposición de todas las personas consideradas población diana:mayores de 60 años y/o aquellos incluidos en un grupo de riesgo o considerado prioritario en este momento. La decisión de inmunizarse es voluntaria y gratuita, pero es imprescindible solicitar cita con antelación en el centro de salud para que se pueda administrar.

El responsable de Epidemiología en el servicio territorial de Sanidad, José Luis Yáñez, insistió este martes en la importancia de protegerse contra esta infección vírica, dado que «está demostrado que la vacuna evita hospitalizaciones, ingresos en UCI y fallecimientos por gripe». Todos ellos son motivos de peso por sí mismos, pero más en medio de una pandemia en la que se quiere minimizar al máximo el riesgo de coexistencia de dos infecciones víricas de las vías respiratorias. «En general, las personas hospitalizadas son mayores y vemos que el año pasado el 62% no tenía vacuna», destacó Yáñez, insistiendo en que esta realidad puede cambiarse.

Yáñez es de los expertos que no pierden ocasión para matizar que «no es que la gripe este año venga mala, es que siempre es mala» y concienciar sobre los beneficios de la vacunación, máxime entre las personas de más edad y, muy importante, entre los trabajadores del sistema sanitario y sociosanitario, donde las coberturas son bastante más bajas que en el resto. De hecho, según cifras del año pasado, menos de cuatro de cada diez trabajadores de Sacyl trataron de protegerse frente a la gripe (el 38%). Y eso que son personas con riesgo alto de transmitir la enfermedad en caso de contagiarse, ya que no solo tienen contacto con muchas otras personas, sino que muchas veces son de riesgo. Y otro tanto puede decirse para los trabajadores de residencias de ancianos u otros centros institucionalizados.

Además de estos colectivos, los farmacéuticos y los mayores de 60 años, la vacuna de la gripe está recomendada en Castilla y León para niños y adultos con enfermedades crónicas y/o discapacidad, menores tratados con ácido acetilsalicílico, personas con obesidad mórbida, con trastornos de la coagulación, así como embarazadas. Como novedad, este año se incluyó a las mujeres que acaben de dar a luz y no se hayan protegido en la gestación, a quienes tengan hipertensión arterial aislada y a los trabajadores de centros educativos.

La gripe es una enfermedad común, pero que puede llegar a ser grave y que todos los años provoca muertes. En la provincia oscila entre 5 y 10 y, en España, 4.000.