La remodelación del centro municipal del barrio de Cótar fue una inversión preferente para este ejercicio dentro del Distrito Periférico debido a su mal estado. Las que fueran las antiguas escuelas son el único lugar que los vecinos tienen para reunirse. Solo lo pueden hacer en la primera planta, dado que la segunda se encuentra muy deteriorada. Las escaleras crujen, no hay puertas ni ventanas y se acumulan restos de basura y nidos de golondrinas, que han dejado el suelo lleno de excrementos y se respira un fuerte olor.
Tras encargar la redacción del proyecto, se convocó el concurso para contratar las obras por un presupuesto base de licitación de e 178.331 euros y un plazo de licitación de seis meses. Sin embargo, ninguna empresa ha presentado oferta alguna. La concejala de Patrimonio Municipal, Sonia Rodríguez, asegura que el problema ha sido el bajo importe de licitación tras la subida del precio de algunos materiales debido a su escasez. «Teníamos dos opciones: subir el precio de licitación o modificar el proyecto para que se ajustase al precio actual y hemos optado por lo segundo», apuntó.
Y es que el proyecto original contemplaba una estructura de madera laminada que encarecía el coste. «Se está modificando el proyecto para sustituirla por una estructura de hormigón y metal. Así no tenemos que pedir más presupuesto», añadió Rodríguez.
De este modo, cuando esté concluida la modificación se volverá a convocar de nuevo el concurso por el mismo importe. La idea es acondicionar la segunda planta y mejorar las condiciones térmicas del inmueble y cambiar la cubierta.
San Cristóbal, a la espera. También están pendientes de inicio las obras de remodelación del centro municipal del barrio de San Cristóbal. Fueron adjudicadas en junio a la empresa Restauraciones Verticales por 205.000 euros y un plazo de ejecución de seis meses. Todavía no han comenzado. La concejala de Patrimonio Municipal confía en que empiecen este mes. Al parecer, la adjudicataria ha tenido problemas con el suministro de materiales. También llegó a plantear un modificado del contrato por la complejidad de encontrar los materiales elegidos pero no se aceptó aunque sí se llegó al acuerdo de cambiar las losetas de la fachada por otras, tras un informe técnico. «El problema ha sido el suministro de materiales, las fábricas cierran en agosto y a ello se ha sumado la falta de materiales en el sector de la construcción».
La remodelación del edificio es una demanda de hace años de los vecinos de San Cristóbal. Se construyó en 1987 y ha sufrido varias intervenciones. Las fachadas son de cemento pintado y carecen de aislamiento, lo que hace que se produzcan humedades. Lo mismo sucede con la carpintería que está muy expuesta a la lluvia y la escorrentía discurre por las fachadas. También hay condensaciones en las ventanas, especialmente en las que dan al norte. La cubierta del edificio consta de una chapa de acero lacado rojizo que no cuenta con una protección adecuada y en el interior varias dependencias presentan grietas. La idea es recubrir el edificio con una fachada ventilada de gres porcelánico rectificado antigrafiti. También se reparará la cubierta y se mejorarán los desagües de los pesebrones para evitar que se filtre el agua de lluvia.