«Las manadas son los jueces que las perdonan»

F.L.D.
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Alrededor de un centenar de personas protestaron en la plaza del Cid contra la sentencia de la manada de Manresa y para exigir la modificación del Código Penal

Aunque la convocatoria no consiguió el seguimiento de otras ocasiones, mantuvo el nivel reivindicativo. - Foto: Luis López Araico

Salir a la calle sigue siendo la respuesta feminista en su lucha por cambiar lo que consideran un sistema patriarcal que no defiende en absoluto a las mujeres. La sentencia contra la manada de Manresa, que condenó a penas de entre 10 y 12 años de cárcel por abuso sexual a cinco de los agresores y absolvió al sexto, la ven como una prueba más de que la justicia las deja indefensas ante situaciones y de la necesidad de cambiar el Código Penal. Alrededor de un centenar de personas se concentraron ayer en la plaza del Cid para exigir esa modificación y demostrar que «lucha continúa».

Aunque no fue una movilización masiva como la de la manada de San Fermín, cuando incluso se improvisó una marcha por las calles del centro, las manifestantes no perdieron ni un ápice reivindicativo ni tampoco el espíritu del 8 de marzo. Empezó con timidez y poco a poco se fueron uniendo personas que acompañaron con su aliento las voces contra la «justicia patriarcal y machista».  En la plaza resonaron nuevamente con fuerza consignas como «no quiero ser valiente, quiero ser libre», «no estamos todas, faltan las asesinadas» y los ya himnos del movimiento «yo sí te creo» y «no es no, lo demás es violación», al que las últimas decisiones judiciales les han obligado a añadir la aclaración: «Y si no digo que no, también es violación».

Tras la pancarta con la consigna «Contra sus sentencias machistas, autorganización feminista», aguantaron el frío y animaron a curiosas y curiosos a sumarse a la reivindicación. Dos portavoces del colectivo convocante leyeron para finalizar el acto un manifiesto en el que, ante todo, resaltaron que la lucha «acaba de empezar» y prometieron seguir «dando batalla» para «construir una sociedad nueva y feminista». Sobre la sentencia de la manada de Manresa, aseguraron que ha supuesto un nuevo «fallo contra las mujeres porque considera que violar entre 5 hombres a una menor de 14 años semiinconsciente, pidiendo turno y grabando la hazaña mientras un sexto se masturba no conlleva violencia».

La decisión judicial, recalcaron, «deja claro que si los violadores se aseguran de elegir una víctima que no esté en posición de defenderse serán juzgados con mayor benevolencia», lo que demuestra, en su opinión, que las «verdaderas manadas son los jueces que las perdonan y no velan por nosotras».