Ane, el sueño de una vida

A.C.
-

El cineasta menés, David Pérez Sañudo, rueda estos días su primer largometraje 'Ane', protagonizado por la actriz Patricia López Arnaiz y en el que participarán más de 300 profesionales y 400 figurantes

Ane, el sueño de una vida

Después de años de mucho trabajo, por fin llega el esperado momento, el comienzo del sueño de una vida". Así define Manuel Pérez, el padre de David Pérez Sañudo lo que está viviendo el joven cineasta menés, de 32 años, quien dirige estos días en Vitoria el rodaje de su primera película, Ane. Hasta que su ópera prima llegue a los cines trabajarán más de 300 profesionales y 400 figurantes y la productora Amania Films invertirá 1,2 millones de euros, aportados en parte por instituciones como Euskal Irrati Telebista (EITB), Radio Televisión Española, el Ministerio de Cultura, el Gobierno Vasco, la Diputación Foral de Álava o el Ayuntamiento de Vitoria.

La desaparición de la joven Ane abre este thriller familiar protagonizado por su madre, la actriz Patricia López Arnaiz, quien acaba de encarnar a la hija de Miguel de Unamuno en la película Mientras dure la guerra, de Alejandro Amenábar, y también ha protagonizado series, como La Peste, de Movistar, o La otra mirada, de TVE. El pasado mes de abril, López Arnaiz trabajó con David Pérez y su equipo en el cortometraje Un coche cualquiera, rodado en Lezana de Mena. Ya estaban en negociaciones y conociendo sus respectivas formas de trabajar. El cineasta asegura que "es un lujazo de actriz porque tiene un nivel descomunal". Sin duda, considera que ha sido "un acierto a todos los niveles" elegirla, "porque conecta muy bien con un público muy cinéfilo como son las mujeres de más de 30 ó 35 años". De inmediato "tiene otros proyectos muy grandes", lo que sin duda dice mucho del hecho de que haya apostado por este proyecto.

 

26 JORNADAS

No será la única cara conocida de la película, donde el padre de la joven desaparecida es Mikel Losada (La pequeña Suiza, La higuera de los bastardos). El reparto lo completan Aia Kruse (Handia), Luis Callejo (Tarde de ira), Nagore Aranburu (Loreak), Gorka Aguinagalde (Errementari), Fernando Albizu (Gordos), David Blanka (La línea invisible) e Iñaki Ardanza (Lasa y Zabala). Todos ellos dan vida a una "historia muy familiar en el más exacto de los sentidos, una relación muy incómoda entre una madre y una hija en el contexto de un problema vecinal vinculado a las obras del tren de alta velocidad", explica Pérez Sañudo, quien estos días no tiene más vida que todo lo que rodea su largometraje.

Por delante quedan casi una veintena de las 26 jornadas de rodaje previstas. Todo está ajustado al milímetro para que los números cuadren. La "autoexigencia" es máxima en el joven equipo de la productora Amania, propiedad de Pérez Sañudo, Elena Maeso y el empresario medinés Agustín Delgado, a quienes apoya Katixa de Silva.  El guión de David Pérez y Marina Parés ha contado también con la colaboración de Jon Cobeaga (Ocho apellidos vascos), Joanes Urkixo (Lasa y Zabala) y Mar Coll (Goya a la directora revelación por Tres días con la familia), gracias a la participación del equipo de Amania en la segunda edición de La Incubadora de la Escuela de Cine de Madrid. Con ella, Pérez Sañudo admite que el proyecto se ha hecho muy conocido en el sector y ha ganado "mucha visibilidad", además de mejorar su calidad y estructura financiera. Las cámaras y actores de Ane estarán mes en Vitoria, Gopegui, Bayona (Francia)  y el puerto de Barazar.

 

NO PUDO SER PROFETA EN SU TIERRA

La corta carrera en el mundo audiovisual de David Pérez Sañudo ha estado rodeada de reconocimientos. Ha producido diez cortometrajes, distintas producciones teatrales y videos comerciales, además de participar en series televisivas con los que ha cosechado más de 70 premios y más de 400 selecciones en festivales. Pese a este bagaje, Pérez Sañudo no logró hace tres años apoyo de las instituciones de Burgos y Castilla y León para convertir en un largometraje su laureado corto Tiempos muertos. Lamenta "la falta de voluntad política para dejar de ver el cine como algo solo cultural y darse cuenta que también afecta a la economía y es una industria que puede emplear a muchísima gente". En su opinión, "Burgos, con la comunicación que tiene con Madrid tiene muchísimas posibilidades" que no se están explotando como si lo hacen "Navarra y Andalucía, que están atrayendo muchísimos rodajes", concluye.