Puntos de recarga en edificios

I.E.
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Los inmuebles burgaleses no residenciales con más de 20 plazas de aparcamiento deben tener 'surtidores' de coches eléctricos en 2023

Los inmuebles burgaleses no residenciales con más de 20 plazas de aparcamiento deben tener 'surtidores' de coches eléctricos en 2023. - Foto: Luis López Araico

La Ley de Cambio Climático va a imponer unas obligaciones a partir de 2023 que van a afectar a numerosos sectores económicos y colectivos de toda naturaleza. Dicha norma, que debe pasar por el Senado y recibir la aprobación definitiva en el Congreso, tiene como principal objetivo reducir las emisiones de efecto invernadero y para ello habrá que imponer restricciones y, al mismo tiempo, poner todas las facilidades para impulsar el uso de vehículos ecológicos.

Al margen de subvencionar la compra de este tipo de automóviles -eléctricos en su mayoría-, uno de los principales obstáculos con que se topan los propietarios de estos coches es la escasez de puntos de recarga. De ahí, por ejemplo, que la nueva norma vaya obligar a partir de 2023 a que todos los edificios que no estén destinados a uso residencial y con más de 20 plazas de aparcamiento dispongan de este tipo de infraestructuras para suministrar energía eléctrica a los vehículos. Entre estos inmuebles figuran supermercados, hipermercados, pero también grandes dotaciones públicas, como polideportivos y también edificios de la administración. Asimismo la Ley establece obligaciones para que las gasolineras coloquen puntos de recarga. Además, el Ministerio de Transición Ecológica tiene previsto crear un registro de acceso público donde figuren todos los ‘surtidores de electricidad’ disponibles para los conductores.

El Ayuntamiento, por su parte, diseñará su propia estrategia para reducir la presencia del coche en el casco urbano, con el estudio de nuevas zonas para la construcción de carril bici y el impulso de campañas informativas para subrayar las bondades de desplazarse a pie, sobre dos ruedas y en vehículos no contaminantes.  

El propósito de la nueva norma pasa por lograr en 2050 un parque de turismos y vehículos comerciales ligeros sin emisiones directas de dióxido de carbono. Para ello, a más tardar en 2040 no se podrán vender coches nuevos, no destinados a usos comerciales, que emitan este gas contaminante.

Instalaciones fotovoltaicas. Además de las obligaciones que se toman para la reducción de emisiones en el ámbito del transporte la Ley también contempla otras medidas en el ámbito de la generación de energía. Así, se reformará en el plazo de un año la Ley de Propiedad Horizontal para facilitar instalaciones fotovoltaicas de autoconsumo en las comunidades de propietarios.