"Buscamos la espectacularidad del álbum con fotos aéreas"

I.L.H.
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Enrique del Rivero, guionista del álbum de cromos sobre la Catedral, asegura que "no hay ningún cromo difícil", porque el objetivo de la colección es que se termine para aprender sobre ella. Su preferido es el 139, "me recuerda a La vida de Brian"

"Buscamos la espectacularidad, sobre todo con fotos aéreas" - Foto: Luis López Araico

Hace veinticinco años Diario de Burgos hizo un coleccionable sobre la Catedral. Estábamos en 1994, se acababa de caer la estatua de san Lorenzo de la portada de Santa María y la promoción pretendía dar un toque de atención sobre el estado del templo y la necesidad de impulsar su restauración. Aquella edición estuvo patrocinada por el Ayuntamiento y los beneficios de la venta de los cromos (el álbum se repartía gratuitamente con el periódico) se destinaron a la rehabilitación del monumento. Enrique del Rivero recuerda y conserva esa promoción y su concepto fue lo que le dio la idea de hacer algo parecido en 2019, una época en la que las nuevas tecnologías lo acaparan todo y sin embargo, iniciativas como ésta, pueden acercar la Catedral a todas las edades y hacer de punto de encuentro físico entre las personas que intercambian sus cromos.

Un álbum de cromos en el siglo XXI, ¿no es anacrónico?

Precisamente es un guiño a lo analógico en un mundo digitalizado. Es un guiño a un formato tradicional que sigue siendo interesante para llegar a todas las edades: a los niños, los padres, los jóvenes, las familias... Y lo que pretendemos, además, es que se llene la Plaza Mayor de gente cambiando cromos, que la Catedral incite a relacionarse, a encontrarse por este motivo. Por otro lado es una manera de divulgar el monumento entre quienes no acceden a los libros de arte o a publicaciones más serias. Y una forma de compararlo con el que editó DB hace 25 años: entonces era para que se rehabilitara el templo y ahora para verlo culminado.

¿Qué coleccionaba Enrique del Rivero de pequeño?

Yo hice muchas. Me tocó en una época en la que había infinidad. Hice, por ejemplo, la famosa Vida y color que sonará a quienes tengan ahora 60 años. Iba sobre naturaleza, las razas del mundo, las ciudades, los principales monumentos, etc.

Contar la Catedral en cromos se puede hacer de muchas maneras. ¿Cuál es la ruta de su guión?

He intentado dar una visión global y didáctica. Por supuesto que hay cientos de planteamientos. Yo he elegido el mío, que es algo así como una guía de viaje: las primeras páginas son una introducción al entorno de la Catedral y el por qué se construye en ese momento; luego apunto lo que considero los 10 elementos imprescindibles; y a continuación voy recorriendo la Catedral señalando aquello que aconsejo ver a mis amigos cuando acuden a Burgos: un recorrido por el exterior observando las fachadas y, una vez dentro, las naves principales, el cimborrio y crucero, los Condestables, el claustro, el museo, el archivo...

¿De qué partes consta exactamente el álbum?

Antes de todo eso hay un prólogo de Fernando García Cadiñanos, vicario general de la diócesis, en la que el Cabildo da su visión de lo que es la Catedral más allá del monumento. Luego la Fundación VIII Centenario explica los 7 capítulos de los que consta esta celebración: la Catedral, el Camino de Santiago, la lengua castellana, el Consulado del Mar, El Cid, Atapuerca y el geoparque de Las Loras. La tercera introducción sitúa al templo en el contexto de su construcción hace 800 años: en una ciudad que es cabeza de Castilla, con influencia jacobea, el papel del obispo Mauricio y el ‘regalo’ de bodas que Fernando IIIEl Santo hace a su esposa, Beatriz de Suabia, dándole una catedral gótica como las que había en Europa.

¿Qué predominan: los planos generales o los detalles?

Hay de todo. Hemos buscado la espectacularidad. Este trabajo es coral e implica a mucha gente y, aunque yo he seleccionado las fotografías, lo he hecho en base al fondo de los fotógrafos de Diario de Burgos: Alberto Rodrigo y Miguel Ángel Valdivielso. Además de los 150 cromos que se adquieren en los quioscos (un sobre con 6 cuesta 0,80 euros) y las diez láminas que regala el periódico (se entregan los siguientes domingos al 24, que es cuando se da el álbum) hay grandes imágenes a color. Muchas de las fotografías que abren cada capítulo son aéreas, son imágenes que no son habituales. Simplemente teniendo el álbum sin los cromos ya tienes una visión de la Catedral.

¿Se puede descubrir el templo desde otra perspectiva?

Sí, porque la mayoría de las fotografías no se puede hacer con un móvil. Para las aéreas, por ejemplo, hay que contar con grandes medios. Además la idea es que todos aprendamos viendo aquello en lo que no nos hemos fijado o simplemente accediendo al glosario de términos artísticos, la enumeración de los elementos de una catedral o el cronograma con las fechas más importantes.

¿Hay aspectos desconocidos del templo?

Es que la Catedral es tan grande que, incluso quienes la conocen a la perfección, encuentran cada día cosas nuevas en las que no se habían fijado. Es difícil conocerlo todo. Es tan inmensa... Lógicamente este álbum es muy asequible, pero mucha gente va a descubrir aspectos desconocidos, sobre todo con las fotos aéreas, que son muy llamativas.

¿Qué supone para usted, personalmente, este proyecto?

Un orgullo. Siempre he estado muy vinculado a la Catedral y me gusta que se promocione, se cuide y, por supuesto, se visite. Desde aquí animo a la gente a que se haga Amigo de la Catedral. Son 6 euros al año y te da acceso gratuito siempre que quieras. Es un modo de involucrarte con el principal monumento, que no deja de ser un motor de la ciudad. (En estos momentos hay 3.650 Amigos de la Catedral).

Esta colección ¿es como lo del camino y la posada: es más interesante ir ‘construyendo’ el álbum que tenerlo terminado?

Sí, yo creo que sí. Ese es el juego. Pretendemos que los niños y niñas, los jóvenes, dejen por unas horas las maquinitas y se dediquen a intercambiar los cromos. Por suerte no se pueden intercambiar por whatsapp, que era una alternativa.

En las colecciones siempre hay un cromo más difícil de conseguir. ¿Cuál está previsto en este álbum?

No hay ninguno. No se ha trabajado con la picaresca de eliminar alguno, que es lo que se suele hacer. Este trabajo no tiene una intención comercial. Queremos que todos puedan terminar su colección para aprender más cosas de la Catedral.

¿Le veremos en la Plaza Mayor cambiando cromos?

Supongo que sí porque quiero hacer la colección y me interesa tener todos los cromos. Es una estampa bonita, ¿no crees? Espero que no solo se cambien en la Plaza Mayor; que también se haga en los patios de los colegios con la colaboración de los profesores, porque es un álbum en el que se pueden implicar.

¿Tiene un cromo favorito?

Me gusta mucho un calvario policromado del claustro que me recuerda a la película La vida de Brian. Quizá los Monty Python visitaron la ciudad y el templo y se inspiraron en él (es el cromo 139).