El hotel El Molino lleva cerrado varios meses. El establecimiento está ubicado a los pies de la N-I y durante el momento más duro del confinamiento domiciliario se dio a conocer por ofrecer sus habitaciones a mujeres víctimas de violencia de género y por brindar comida y café gratis a los camioneros.

Mientras todo esto pasaba, sus responsables afrontaban un proceso judicial porque no pagaban el alquiler del espacio y el pasado 26 de julio fueron desahuciados cuando debían más de 122.000 euros.

Los propietarios del establecimiento presentaron en el Juzgado de Primera Instancia de Miranda la denuncia contra los gestores a mediados de marzo de 2020, justo después de la declaración del estado de alarma. En aquel momento la deuda equivalía a cinco mensualidades, por lo que debían más de 30.000 euros. En octubre de 2019 no abonaron los 6.120 euros acordados y la cuenta a partir de ese mes empezó a crecer, dentro de un procedimiento en el que también hay que tener en cuenta la dilatación generada por la saturación de los juzgados.

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