El Ayuntamiento concedió ayer licencia de apertura a las dos últimas salas de juego o de apuestas en zonas residenciales, dado que habían presentado la solicitud antes de aprobarse la normativa municipal que lo impide. Son las ubicadas en la calle Condesa Mencía, 147 y la avenida del Arlanzón, 9. 

Cabe recordar que el Consejo de la Gerencia de Fomento dio luz verde en mayo a la modificación puntual del Plan General de Obligación Urbana (PGOU) para que las nuevas licencias que se concedan se hagan en polígonos industriales o zonas comerciales de más difícil acceso al estar alejadas de los núcleos de población. La propuesta partió de la Asociación para la Rehabilitación del Juego Patológico por el problema que supone para los jugadores tener estos establecimientos a mano y fue apoyada por todos los grupos políticos. 

En el mismo día que recibía la aprobación municipal, los bomberos acudieron al local del G-3, ya que salía un intenso humo de la puerta. Sin embargo, se trataba de una falsa alarma, ya que el sistema de alarma del establecimiento consiste precisamente en el lanzamiento de vapor de agua para impedir la entrada de ladrones. También se desplazaron hasta allí agentes de la Policía Local. 

Se da la circunstancia de que en este caso se han abierto sendos expedientes a la empresa promotora por iniciar las obras sin licencia.

En la ciudad existen una veintena de casas de apuestas.