La fabricación de hormigón crece un 25% tras 12 años cayendo

G. Arce
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La promoción de vivienda y la ampliación de Villalonquéjar IV mantienen activas 7 plantas de producción en Burgos capital

Planta de hormigón ubicada en Castañares. - Foto: Patricia González

El auge que experimenta la construcción residencial y la ampliación o creación de nuevas industrias y, en menor medida, la obra pública impulsada desde el Ayuntamiento -que no desde el Estado- sostiene la actividad de las 7 plantas fabricantes de hormigón activas en el entorno de Burgos capital, con medio centenar de trabajadores en plantilla. Aunque muy lejos de los registros previos a la crisis del ladrillo, en la última década solo han cerrado tres plantas y las que están operativas disfrutan de un incremento de las ventas en torno al 25% en lo que va de año.


El sector local matiza las cifras presentadas los últimos días por la Asociación Nacional de Fabricantes de Hormigón Preparado (Anefhop) que estima en 191.750 metros cúbicos el acumulado de producción anual en el conjunto de la provincia durante el primer semestre de 2019, lo que supone un incremento del 100% con respecto a 2018, situando a Burgos como la cuarta provincia en crecimiento porcentual y muy por encima del 12,9% de la media nacional.


Sí coinciden, por contra, en la estimación de que lo que hoy se produce en Burgos no llega ni al 20% de lo que se realizaban en las fechas previas a la crisis del año 2008. Hace una década no solo empujaba la construcción de viviendas sino la obra pública impulsada desde todas las administraciones.


Hoy, explica Julián Saiz, de Hormigones SYC S.L., la Administración central no consume hormigón  en la órbita de Burgos capital y su alfoz (hasta un máximo de 30 kilómetros). La Junta de Castilla y León apenas tiene una cuota del 3% y el Ayuntamiento de Burgos se reserva otro 10% de lo que producen las plantas de hormigón. "El resto se reparte, casi al 50%, entre la construcción industrial y residencial, es decir, entre el desarrollo de la cuarta fase de Villalonquéjar, o las ampliaciones de fábricas como las de Bridgestone o Kronospan, y las promociones de vivienda que se están levantando en diferentes puntos de la ciudad".


En este reparto establecen un matiz, pues la construcción de vivienda es a más largo plazo que la industrial. Una promoción de, por ejemplo, 180 pisos puede suponer de 10 a 14 meses de actividad para una planta productora de hormigón preparado. La obra civil de las fábricas es más inmediata y, en este sentido, los fabricantes sí están empezando a notar un parón en las inversiones durante los últimos tiempos.


Previsiones.

Así, el futuro a corto y medio plazo de este sector pasa por la evolución del consumo de hormigón en la construcción residencial. "Es un consumo que se va a mantener porque hay promociones de viviendas iniciadas y que requerirán hormigón durante más de un año. No ocurre lo mismo con la obra industrial, más cortoplacista en consumos y donde es más evidente el parón en las inversiones".


Saiz considera un lastre para su sector el hecho de que la obra pública de las grandes infraestructuras que consumen hormigón esté parada. "Hay un dato muy ilustrativo: 180 viviendas requieren 12.000 metros cúbicos de hormigón de 10 a 14 meses, aproximadamente; el tramo de 7  kilómetros de la autovía de Logroño tiene previsto el uso 30.000 metros cúbicos en un año, lo que demuestra el peso en este sector de la obra pública".


La Cámara de Contratistas de Castilla y León estima en 160 millones la obra pública nueva prevista para este año, aunque las adjudicaciones apenas llegan a 11,5 millones a mediados de año. La Junta era responsable de 4,7 millones y los ayuntamientos de 6,7. El Estado no había activado obras.


Parón presupuestario.

Desde Anefhop, principal asociación nacional que no cuenta con empresas locales entre sus asociados, se estima un crecimiento del 12,9% en la producción de hormigón preparado a nivel nacional en el primer semestre, lo que se traduce en 12,3 millones de metros cúbicos. Según sus números, el año culminará con incrementos en torno al 8-10%.


El último informe presentado ya constata la "ralentización" del sector, que prevé "un fuerte frenazo de la demanda en el tercer trimestre del año". Achacan esta tendencia a la falta de financiación en la licitación pública, que, pese a crecer un 32% a cierre de agosto, sufre un parón por el bloqueo presupuestario derivado de la incertidumbre política. Por este motivo, el sector pide "que en 2020 haya movimientos más decisorios en materia de inversiones y, por tanto, de consumo de hormigón, que favorezcan el desarrollo de esta industria". Porque "a día de hoy, todo parece indicar que tanto la economía española como la inversión pública están más pendientes de las elecciones del 10-N, Cataluña y la evolución económica mundial que de los factores puedan impulsar la economía".