Sensaciones que impactan

L.N.
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Los alumnos del colegio Vera Cruz, en Aranda, experimentan en primera persona el vuelco de un coche tras montar en un simulador. Con este proyecto de Fundación Michelin se conciencian de la importancia de ponerse el cinturón

Sensaciones que impactan - Foto: L.N.

Hubo algún que otro grito. Y no fue para menos. Porque ayer los alumnos del colegio Vera Cruz, en Aranda de Duero, experimentaron en primera persona la sensación de sufrir un vuelco. De cuatro en cuatro se subieron a un simulador. Tras colocarse el cinturón de seguridad, llegó el momento clave: el coche en el que se habían montado empezó a girar, despacito, sin parar hasta completar una vuelta de 360 grados. Fue un vuelco a cámara lenta. Porque si un accidente suele producirse en cuestión de segundos, con el simulador se alargó durante un minuto.

Y, claro, al bajar todos los alumnos de cuarto de Educación Primaria se quedaron impactados. "Pensaba que me iba a caer", espetó Anaís, una de las niñas que ocupó el lugar del conductor. Muy cerca, Selena destacó que para ella fue "como una montaña rusa". A su lado, María José respiraba aliviada porque "pensaba que el cinturón se iba a soltar". Pero no. Precisamente, con este proyecto los más pequeños tomaron conciencia de la importancia de abrocharse bien el cinto. "Aprenden disfrutando", aseguró Rafael Soto, de Transporte y Movilidad, la empresa que promueve esta actividad de la mano de la Fundación Michelin.

El objetivo es que con esta vuelta de campana al ralentí todos se den cuenta de lo que ocurre en un accidente. "Lo ideal es no agarrarse a nada porque así se ve la importancia del cinturón", les explicó Soto. Tal cual. Lo cierto es que el vehículo gira y la persona no se mueve ni un milímetro. "Impresiona bastante", reconoció Paula, de nueve años. "Increíble", apuntó Martina. Ahora bien, también hubo algún que otro escalofrío. "Da sensación de vomitar", admitió Vega. Para Fernando "lo peor es cuando estás bocabajo". Adriana salió "mareada". Y a María le gustó, pero confesó que había sufrido "un poco".

Por la tarde, los niños compartieron esta "sensación brutal", como la definió Soto, con sus familias. Esta actividad se enmarca en las séptimas jornadas de educación vial del centro, que cuentan con la colaboración del club de balonmano Villa de Aranda y la Arandina Club de Fútbol. La próxima semana organizarán un simulacro con el Servicio de Emergencias 112.

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