Cuando José María Alonso Alonso de Linaje habla del Valle de Caderechas, el lugar donde vino al mundo y al que vuelve con frecuencia tras años de impartir la docencia en el País Vasco, se le ilumina la mirada. Cuando este autor de más de medio centenar de libros y artículos sobre naturaleza, valores y política departe sobre el cultivo de los árboles frutales que su familia aún conserva en Castellanos de Bureba se le agolpan las palabras en un torrente de entusiasmo y sabiduría. Un conocimiento que ahora ha plasmado en un libro, ‘Cereza, sabor y color del verano’, y en el que descubre todos los secretos de este árbol y de su fruta. 

El libro, reeditado a nivel internacional a través de Amazon y Librerías en Red por una editorial de Nueva York, aborda todos los aspectos relacionados con el cultivo del cerezo, desde la plantación, el injerto, la poda, las enfermedades y tratamiento, el riego, la floración y la polinización, hasta sus propiedades nutritivas, la recolección y algunas recetas con esta fruta. Además, describe las principales características del Valle de Caderechas, el clima, el abonado y la anatomía del cerezo.

La publicación va acompañada de un buen puñado de imágenes y gráficos, lo que la convierten en una herramienta de consulta obligada a la hora de descubrir los secretos de este árbol milenario. José María Alonso se adentra en las variedades históricas que se han cultivado en el Valle y alaba las cualidades de la variedad ‘Fresona’, que llega al 30% de riqueza de azúcar y que atesora más vitaminas y minerales que el resto.

Este experto en el cultivo de los frutales revela además la doble propiedad que tienen los huesos de la cereza -la pita- ya que es un producto natural que coge el calor o el frío, lo mantiene y lo desprende poco a poco, por lo que, metidos en saquitos, se pueden utilizar para calentar la cama o una parte del cuerpo o para enfriar.

El interés de la editorial americana por sus artículos y libros surgió de manera casual, cuando este profesor coincidió en el hospital de Cruces de Bilbao con un periodista filipino del The Wall Street Journal que estaba interesado en crear una empresa para difundir el español por todo el mundo.