El HUBU presenta su Comité de Lactancia

G.G.U.
-

Está formado por representantes de todas las categorías profesionales implicadas en la atención a embarazadas y recién nacidos tanto en centros de salud como en el hospital. Se aspira a «dejar impronta» en la forma de trabajar la lactancia materna

El HUBU presenta a su Comité de Lactancia - Foto: Diario de Burgos Patricia González

El HUBU dedicó la sesión clínica de ayer a presentar oficialmente el Comité de Lactancia, que es un grupo de trabajo multidisciplinar que pretende «dejar impronta» en la forma de trabajar todo lo relacionado con la lactancia materna y, al mismo tiempo, seguir avanzado en la humanización de la atención del parto y el posparto. Para ello, está formado por representantes de todas las categorías profesionales que tienen contacto con embarazadas y recién nacidos tanto en los centros de salud como en el hospital en el proceso del nacimiento y de la crianza. Es decir, hay matronas, enfermeras, auxiliares, pediatras, médicos de familia, neonatólogos, ginecólogos, anestesistas y, también, representantes de los grupos de apoyo locales y de Sacyl.

Una de las promotoras de esta iniciativa en el HUBU es la neonatóloga Cristina de Frutos, quien explicó que la creación de este grupo de trabajo forma parte de un proyecto de mucha más envergadura: la inclusión del hospital burgalés en la red de centros españoles con acreditación oficial de buenas prácticas en el fomento de un nacimiento lo más natural que sea posible dentro de un entorno hospitalario y de la promoción de la leche del pecho como fuente de alimentación exclusiva. Es la denominada acreditación iHAN (Iniciativa para la Humanización de la Asistencia al Nacimiento y la Lactancia), que es una asociación sin ánimo de lucro formada por representantes de las principales asociaciones científicas y ciudadanas españolas que tienen relación con la protección de la salud materno infantil para desarrollar y aplicar la estrategia de la OMS y Unicef en esta materia. Para solicitarla, todo hospital ha de cumplir dos requisitos: apoyo expreso de la dirección (la acreditación tiene costes en cursos de formación específicos y auditorías externas) y una tasa de lactancia materna como alimentación exclusiva durante el ingreso en el centro superior al 75%. En el HUBU se han dado las dos circunstancias, ya que el anterior equipo directivo apoyó el proyecto y porque la tasa de mujeres que solo dan el pecho durante la hospitalización está, según de Frutos, entre el 78% y el 79%. Así, el HUBU se ha sumado al listado de hospitales que aspiran a entrar en la red de centros con certificación iHAN. En Castilla y León todavía no hay ninguno, pero el de Palencia, el vallisoletano Río Hortega, el de Zamora y el de León también lo han pedido y, como Burgos, están en la primera fase de la tramitación. Hay cuatro y lo normal es tardar entre cuatro y seis años en superarlas.

MEDIDAS CONCRETAS.

Una vez que se pide la incorporación a la red, el primer paso es la creación de este Comité de Lactancia, que como órgano de trabajo imprescindible tiene las obligaciones de «diseñar y difundir una normativa de lactancia de obligado cumplimiento por parte de los trabajadores del centro» y, también, elaborar y ejecutar «un plan de acción para que el hospital obtenga la acreditación y la mantenga». Es decir, se parte de la evidencia científica de que dar el pecho tiene beneficios para la salud tanto de la madre como del hijo y se trata de fomentar esta práctica como alimentación exclusiva a través de medidas muy concretas.

La primera es informar a las embarazadas de estas evidencias para que puedan tomar una «decisión informada» sobre la lactancia, y eso incluye «respetar» sin intromisión ni presión alguna a quienes optan por la leche de fórmula. Así, en caso de que se opte por el pecho (la opción mayoritaria), el decálogo iHAN compromete a iniciar el amamantamiento en «la media hora siguiente al parto», colocando a los bebés «piel con piel con sus madres al menos durante una hora» y enseñándoles a reconocer en qué momento está listo el recién nacido para empezar a succionar.

De igual forma, esta acreditación busca fomentar el alojamiento conjunto de recién nacidos y madres (es decir, que estén en la misma habitación y no en zonas ‘nido’ como se hacía en los años ochenta y noventa), la alimentación a demanda y la supresión del uso de chupetes o tetinas. En este decálogo se incluye también la adopción del ‘código de comercialización de sucedáneos’, que obliga a los hospitales a comprar la leche de fórmula que administran a los recién nacidos que la necesitan y a no incitar bajo ningún concepto la compra de una marca u otra para garantizar su independencia.

De Frutos afirma que el HUBU ya cumple buena parte de estas medidas, porque hace mucho que se empezó a trabajar en la humanización del parto y posparto. Y, así, el objetivo es iniciar la segunda fase de la acreditación oficial la próxima primavera.