Aplazar Sonorama Ribera, 8 millones de impacto económico

I.M.L.
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La organización de Art de Troya celebrará conciertos homenaje a colectivos que han estado en primera línea de la pandemia el 14 y 15 de agosto, además de otras 15 citas musicales de primer nivel este verano

Aplazar Sonorama Ribera, 8 millones de impacto económico - Foto: Paco Santamaria

"Ha sido una de las decisiones más difíciles de los últimos 23 años a nivel de la organización y la más dura a nivel personal", confiesa Javier Ajenjo, que como director de Sonorama Ribera ayer tuvo que atender más de 30 entrevistas de los más diversos medios de comunicación tras hacerse público que la edición del festival de este año se aplazaba a 2021. "Es la decisión adecuada porque las autoridades nacionales, que son las que tenían que haber marcado unas pautas claras, no se han posicionado como ha hecho el Gobierno de Portugal, por ejemplo, y porque tampoco iba a ser un Sonorama como la gente se merece, debido a la situación", reconoce.

Más allá del vacío en las agendas de los festivaleros para este próximo mes de agosto, la no celebración del mayor evento cultural de la región acarrea unas cifras que ponen de relieve su importancia económica para Aranda de Duero y su comarca. El impacto económico directo que deja el festival en la zona es de 8 millones de euros que ya no se va a producir este año. "Es una cifra que da la medida de la relevancia económica de Sonorama Ribera, en una ciudad de poco más de 30.000 habitantes con un Ayuntamiento que tiene un presupuesto anual de unos 32 millones", apunta Ajenjo para poner en contexto el impacto económico del festival en la ciudad, que alcanza el 25% de las cuentas que maneja la administración local. Otra cifra más para poner en contexto las consecuencias económicas de este aplazamiento: el impacto mediático que supone el festival asciende a 11 millones de euros, "eso es lo que tendría que gastarse el Ayuntamiento en promoción en medios de comunicación para que se hablase de la ciudad", explica Ajenjo en referencia a los cientos de artículos, minutos de radio y televisión en horarios de máxima audiencia e innumerables interacciones en redes sociales.

"Esto va a servir de punto de inflexión y para darnos cuenta de la importancia de Sonorama Ribera para la ciudad, va a ser un mes de agosto muy extraño en el que veremos las calles como hace años que no se veían", reseñaba el director del festival ya con un punto de nostalgia en la voz.

Con pies de plomo. La comunicación oficializada ayer era una crónica de una decisión anunciada, aunque los organizadores han apurado el tiempo al máximo para "salir con una información clara y no generar dudas", queriendo evitar las incertidumbres que se han propiciado en torno a otros eventos similares. "Queríamos salir ya con el cartel de 2021 completo, a falta del cabeza de cartel nacional y algún detalle, para generar una seguridad entre la gente y esa ilusión por regresar a Aranda el próximo año, donde les esperamos a todos con más ganas, si cabe", confiesa Ajenjo. Un cabo bien atado que se suma también a la necesidad de la organización de contar con una seguridad económica para continuar con esta historia de amor entre la música y Aranda, que sin celebrarse ya ha generado unos gastos de más de 400.000 euros, un 10% del presupuesto de cuatro millones que maneja el festival Sonorama Ribera.

Con este gasto inicial, desde la organización reconocen que van a necesitar algún tipo de financiación para mantenerse a flote, por lo que "el apoyo de las instituciones sigue siendo vital para tirar para adelante, desde la Junta ya contamos con el compromiso y estamos trabajando en el ámbito local" con la mirada puesta en poder mantener o mejorar si cabe la calidad del festival, implementando todas las medidas de seguridad que se harán imprescindibles a partir de ahora.

Conciertos homenaje. La música, sin embargo, no va a desaparecer de la agenda cultural arandina. Los días 14 y 15 de agosto, el recinto ferial acogerá unos conciertos homenaje para la organización y voluntarios de Sonorama Ribera, junto a todos los colectivos que "nos han estado cuidando" durante la pandemia. El aforo reducido para 800 personas podrán disfrutar con las actuaciones de Izal, Miss Cafeína, Varry Brava, León Benavente, Dorian, Sidonie, Shinova, Comandante Twin y Arde Bogotá. Para matar el gusanillo nostálgico de los sonorámicos, las actuaciones se podrán ver por streaming y están negociando su emisión por una cadena generalista.

Junto a esta cita especial, entre julio y septiembre el Centro Cívico Virgen Viñas acogerá una serie de 15 conciertos de primer nivel, que se han dado a conocer hoy y a los que podrán asistir 400 personas. Una propuesta que se enmarca dentro de la gira Viva la Vida, que recorrerá toda España y en la que Aranda de Duero es el único escenario que no es capital de provincia.