Lunada no podrá abrir para esquiar sin inversiones públicas

A.C.
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Desde Snow Mountain afirman que la estación está «obsoleta por su envejecimiento» y solicitarán apoyo a las instituciones tras haberle dedicado 150.000 euros de capital privado.

Lunada no podrá abrir para esquiar sin inversiones públicas

Las averías continúas en los remontes, la imposibilidad de poner en marcha dos de los cuatro existentes por incumplir la normativa de Transportes de la Junta de Castilla y León y la obsolescencia de muchos de los materiales, tanto del edificio del refugio y cafetería, como de otras instalaciones, han llevado a la empresa concesionaria de la gestión de Lunada a  buscar el apoyo económico de las instituciones para revitalizar la estación de montaña. Su administrador, Juan Carlos Torres, quien tiene previsto mantener encuentros con el alcalde de Espinosa y representantes municipales, así como con los titulares de otras administraciones, afirma que «sin inversiones públicas Lunada no se podría abrir el próximo invierno».

Torres recuerda que su empresa, adjudicataria de la estación desde el invierno de 2015, ya ha invertido «entre 150.000 y 200.000 euros» en las instalaciones, pero a pesar de ello, las averías y problemas se suceden ante «una situación objetiva y es que la estación está obsoleta». Sus equipos tienen más de cincuenta años de antigüedad y ello conlleva que hayan superado su vida útil, a juicio del empresario, que admite que cuando su empresa se hizo cargo de la estación «pensábamos que estaba en mejores condiciones técnicas y no se hicieron pruebas ni una auditoría».

En la práctica, los equipos no han dado el resultado que se esperaba y dos remontes, los que llegan a las zonas más altas y donde más nieve permanece cada invierno, nunca se han podido poner en marcha, a pesar de las inversiones ya realizadas en ellos. Precisan de una inversión más que podría estar entre los 20.000 y 25.000 euros, pero la empresa afirma que, tras dos años de «perdidas ligeras», en 2017 y 2018 y «probablemente también en 2019», no puede seguir asumiendo estos gastos. Según el titular de la concesionaria, su responsabilidad es el «mantenimiento» de las instalaciones, pero su estado requiere de inversiones en renovación de equipos que van más allá del mantenimiento.
Torres afirma que «hablamos de inversiones muy razonables para un efecto dinamizador económico y social muy grande». Según sus cálculos «la estación tiene un efecto multiplicador de modo que por cada euro gastado por los clientes en ella, se gastan entre 7 y 9 euros en el entorno, en restaurantes, combustible, alojamiento y otros consumos». El administrador de Snow Mountain está convencido del «importantísimo efecto económico de Lunada» y dice estar dispuesto a asumir los inconvenientes que genera la escasa altura de la estación y las temporadas con muy poca nieve, como esta última, pero insiste en la necesidad de inversiones públicas tanto en los remontes y telecuerdas, como en la mejora del refugio, «donde la mala calidad de las ventanas y de su aislamiento conllevan una altísima pérdida de calor». Mientras, Lunada se prepara para el buen tiempo con servicios de alquiler de bicicletas eléctricas o de rutas guiadas, entre otros.