El agua les llegaba a la altura de los muslos. A ellos, los humanos, porque los animales tenían literalmente que nadar para conseguir permanecer a flote. Las instalaciones del conocido como criadero de los horrores en las afueras de Melgar de Fernamental se inundaron ayer por la tarde y gracias a la insistencia de los voluntarios de Proanbur, a la ayuda del Ayuntamiento de Melgar y algunos de sus vecinos, fueron desalojadas con la intervención también de la Guardia Civil y de veterinarios de la Junta, y los perros puestos a salvo.

No fue fácil. Todo lo contrario. Tuvieron que dar un rodeo de unos 40 kilómetros para poder acceder a la zona en todoterreno, ya que el camino principal de acceso estaba cortado por el agua.

Una vez allí ya totalmente oscuras se encontraron con un perro atropellado y muchos otros sueltos, deambulando por la zona. Según los voluntarios, se vivieron momentos de tensión con el propietario de las instalaciones y fue necesaria la colaboración de mucha gente para conseguir poner a salvo todos los animales. Incluso tres de los participantes en la operación de rescate cayeron en la fosa séptica y tuvieron que salir a nado.

Finalmente, unos 70 perros han pasado la noche en el matadero que ha acondicionado el Ayuntamiento de Melgar, mientras que un par de ellos han sido trasladados al veterinario y algún cachorro está en casas particulares.