Una segunda oportunidad en manos de un niño

ADRIÁN DEL CAMPO
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San-Cha Informática recoge ordenadores en desuso para rehabilitarlos y donarlos a los menores que no tienen cómo seguir las clases

Charo Alcubilla posa con el cartel de ‘Ningún niño sin ordenador’. - Foto: A. del Campo

A veces hace falta una chispa, un clic que nos conecte con la realidad y nos active para no conformarnos con mirarla. Eso es lo que le pasó hace unos días a la gerente de San-Cha Informática, Charo Alcubilla. "Recibí una llamada de mi sobrina, con doce añitos, una niña, y me dijo que le habían regalado un ordenador y que el que había retirado, que si por favor lo podíamos aprovechar para dárselo a una compañera del colegio que no podía seguir las clases online. La verdad que me dejó bloqueada, y le dije, por supuesto, lo que haga falta, si se puede, y si no, pues ya te busco yo un ordenador", cuenta la responsable de la tienda arandina.

A partir de ese momento Charo se activó. "Después de colgar su llamada, me quedé pensado y dije, podríamos hacer algo más. Pensé en recoger ordenadores que estén ya en desuso, con un máximo más o menos de 10 u 11 años, porque si son muy antiguos tampoco pueden ser operativos, y ponerlos en marcha nosotros para luego donarlos a quien lo necesite", declara la gerente de San-Cha. Una vez decidida, necesitaba un apoyo para poder llegar a las familias más vulnerables. Ese respaldo lo encontró en Cruz Roja. "Soy socia y entonces lo pregunté. Me dijeron que la iniciativa les parecía estupenda y que ellos sabían qué familias lo podían necesitar. Les pasé el cartel, me dieron el visto bueno y a partir de ahí nos pusimos a publicitarlo", explica Charo Alcubilla.

La iniciativa ‘Ningún niño sin ordenador’ se puso en marcha a finales de la pasada semana y para colaborar simplemente hay que llevar a San-Cha Informática, en la calle Pedrote de Aranda, el ordenador que se quiera donar. En la tienda detallan que tiene que ser un equipo que encienda y del resto se encargan ellos: lo formatean, lo ponen a punto y lo llevan a Cruz Roja. Además, el establecimiento da la posibilidad de que los colaboradores puedan plasmar su firma para que "si quieren, salgan sus nombre como donantes, que tengan la posibilidad".

La cuarentena, el teletrabajo y los estudios a distancia han multiplicado el uso de los portátiles, algo que han notado en negocios como San-Cha, donde la asistencia técnica ha aumentado considerablemente. En esas primeras consultas telefónicas y más tarde en tienda, han visto cómo aumentaba la demanda de webcams, impresoras... pero lo que ha llamado la atención de Charo es la "gente que está estudiando con móviles, niños que están estudiando con móviles. Es tremendo, es algo superdifícil, incómodo, malo para la vista". Ahora en su negocio se han puesto manos a la obra. Ahora trabajan en dar una segunda vida a los ordenadores olvidados. Esos que a su vez darán una oportunidad a los menores más desfavorecidos.