Llevan un año tan tranquilo y feliz (como si todo lo vivido anteriormente hubiese sido una pesadilla) que el aniversario de la liberalización del peaje de la autopista ha cogido a traspié a los integrantes de la Plataforma de Afectados por la N-I, combativo colectivo sin que el que no podría comprenderse la consecución final de aquel anhelo. Aunque habían hablado de celebrar de alguna manera este primer año sin muertos por accidente en el corredor, no se concretó nada y ayer, casi de forma improvisada, se hizo una convocatoria con la intención de reunirse y echar un brindis en Briviesca. Aunque en las manifestaciones y concentraciones siempre mostraron un gran poder de convocatoria, la cita de ayer congregó solo a unos pocos, entre los que estaba uno de los rostros más visibles, el de Rafa Solaguren, portavoz del colectivo.

«Casi nos habíamos olvidado. Parece que todo aquello queda muy lejos en el tiempo», decía Solaguren mientras saludaba a sus compañeros de lucha. No quiso perderse la cita el alcalde de Briviesca, el socialista Álvaro Morales. «Los datos hablan por sí solos. Ningún muerto en un año, ni en la Nacional I ni en la AP-1. Hace dos años todos veíamos muy difícil que pudiera conseguirse la liberalización, pero el cambio de Gobierno fue el que lo propició todo. El PSOE cumplió y ahora se ven los resultados. Un año sin víctimas mortales». Aunque Morales saca pecho, admite que debe trabajarse con rapidez para que se habiliten nuevos accesos y para que se construya el tercer carril, que considera imprescindible. «Y así evitar las retenciones que se producen cuando hay un accidente o en las operaciones puntuales de salida o retorno de vacaciones y puentes. Aunque siempre hubo atascos, ahora hay mucha más circulación por la autopista y esperemos que tengamos pronto gobierno nacional para tomar las medidas necesarias encaminadas a mejorar la AP-1».

Recordó el primer edil de Briviesca que la decisión de liberalizar la autopista fue precipitada en el sentido de que faltaban, por ejemplo, esos accesos tan necesarios, pero consideró que había merecido más que la pena la decisión política «porque lo más importante son las vidas humanas». Y precisamente con esa filosofía los batalladores por la liberalización de la autopista se reunieron ayer como se reúnen los amigos. Y para brindar. Por la vida.