Las autoescuelas buscan su futuro en la diversificación

G. Arce
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Ramón Gutiérrez, director de CTC y nuevo presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, asegura que el futuro de estos negocios pasa por la diversificación y la especialización en la formación

Las autoescuelas buscan su futuro en la diversificación - Foto: Alberto Rodrigo

Las autoescuelas son de las pocas empresas que conocen el negocio  que pueden aspirar a tener con 18 años de antelación. Lo marca, lógicamente, el número de nacimientos en un territorio y en los últimos años es un dato que Burgos sigue en paulatino descenso en las estadísticas. En 2002 se contabilizaban 3.800 burgaleses con edad para sacarse el carné de conducir (18 años); en 2018 son 700 menos y las gráficas siguen en caída. 

El panorama para el sector no es muy halagüeño, apunta Ramón Gutiérrez, recientemente elegido como presidente de la Asociación Provincial de Autoescuelas, porque no sólo habrá menos jóvenes en el futuro sino que los hábitos de vida de éstos están cambiando y prefieren un buen smartphone a sacarse el carné de conducir, un patinete eléctrico a su primer utilitario. 

Gutiérrez, burgalés de Medina de Pomar, lleva desde los 21 años metido en el mundo de la autoescuela. Ahora suma 61. Dirige el Centro Técnico de Conducción (CTC), empresa en la que también participa el que ha sido presidente del colectivo provincial en los últimos años y su antecesor en el cargo, Miguel Martínez, que antes de su salida tuvo que lidiar con la polémica desatada entre los asociaciados con la adjudicación de los cursos de recuperación de los puntos del carné.

Actualmente son 27 autoescuelas asociadas, lo que les otorga la representatividad del sector en Burgos, donde hay operativa una segunda asociación. Gutiérrez asume la presidencia en un momento «que no es de los más fáciles». Acaban de salir de la crisis económica pero, como decíamos, no hay soluciones para la otra crisis: la falta de nuevos conductores porque cada vez hay menos jóvenes. «Esta claro que nuestro alumno no se crea de un día para otro, tarda, exactamente, 18 años... Hoy hay igual número de personas de 65 que de 18».

Fruto de esta deriva, apenas hay relevo generacional en estos negocios, que van a ir desapareciendo o concentrándose para soportar la competencia de los precios. La alternativa para la supervivencia pasa también por la especialización en los servicios: «Cada empresa busca diversificar y buscar otras fuentes de ingresos, no se pueden centrar en una sola actividad y cada vez es más necesaria una formación más especializada». (Más información en edición impresa)