Tras seis meses sin disfrutar de un partido oficial, los 350 aficionados que acudieron a El Plantío volvieron a presenciar al UBU San Pablo en acción, y esta vez en el primer partido de su historia como local en Disivión de Honor Plata.
Sin embargo, el UD Ibiza se coló en la fiesta y dio la vuelta a un encuentro en el que no fue por delante hasta el último medio minuto. Así, el duelo entre recién ascendidos cayó del lado visitante, que aprovechando una mala segunda parte de los pupilos de Nacho González y unos instantes finales en los que cometieron diversos errores no forzados, se adelantaron 32-33 para dejar un mal sabor de boca entre los aficionados cidianos, que se quedaron con la miel en los labios.