"El tratamiento de mi infarto en el HUBU fue magnífico"

G. Arce
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Miguel Ángel Benavente, presidente de FAE, recupera la actividad tras el infarto de miocardio que sufrió a principios de septiembre. Analiza la situación económica y política, y anunque continuará al frente de la patronal hasta abril del próximo año

"El tratamiento de mi infarto en el HUBU fue magnífico" - Foto: Miguel Ángel Valdivielso

Está superando el infarto de miocardio que sufrió a principios de septiembre y que truncó, cuando iba a afeitarse delante del espejo, 65 años de una salud de hierro y sin ningún día de baja en su haber laboral. Ha aligerado su agenda diaria y dedica más tiempo a cuidarse y a cumplir las recomendaciones de los médicos, aunque no tiene planes de renunciar a ninguno de los proyectos en los que está embarcado. Miguel Ángel Benavente ataja cualquier especulación:seguirá al frente de FAEhasta abril de 2020 y si las cosas se ponen feas para las empresas -como parece- y así se lo piden sus compañeros, no dudará en optar a un nuevo mandato dejando, eso sí, la puerta abierta a otras candidaturas que estén dispuesta a aportar tiempo y ganas por el empresariado burgalés. Lleva muy bien su condición de paciente -«sin miedo», sentencia- y aunque su tono de voz se ha suavizado con la reciente enfermedad, sus mensajes siguen siendo contundentes y sin contemplaciones. 

¿Cómo se encuentra?

Bien. Los médicos me han dicho que he tenido mucha suerte, que estos episodios no dan a algunos una segunda oportunidad... Sigo estrictamente sus recomendaciones. Podemos presumir en Burgos de tener un equipo magnífico de profesionales en el HUBU, tanto del personal que me intervino como del equipo multidisciplinar (cardiólogos, enfermeras, psicólogos...) que trabaja en los programas de rehabilitación de infartados. Hablo con mucha gente en la calle y te das cuenta de que esto es más frecuente de lo que parece.  

¿No ha modificado su agenda profesional e institucional?

Voy con más calma, aunque he podido retomar mi vida cotidiana. Creo que nunca fui consciente de la gravedad de mi salud, de hecho, siempre he presumido de buena salud: nunca he cogido un día de baja. Pero está claro que estaba forzando algo más de la cuenta y hay que bajar la tensión diaria y controlar mucho el corazón.

No son pocos los empresarios y trabajadores en plantilla a los que les da un aviso...

Al final estás en muchos frentes, tienes muchos compromisos, haces mucha vida social y tienes que comer fuera de casa... Eso no es saludable. Hay que cuidarse, pero sin cogerle miedo al infarto. El programa de rehabilitación va por este camino: yo, de momento, no estoy preocupado. Hablo con gente que ha vivido mi experiencia, estoy en un programa de rehabilitación magnífico. El HUBU, por mucho que esté en entredicho su gestión, es un magnífico hospital y, por cierto, en mi tratamiento no vi nada privado: todo el personal que me atendió vestía la bata del Sacyl y no puedo hablar más que maravillas de todo el mundo, desde el médico al personal de limpieza. Estuve hospitalizado una semana, en la UCI y en planta. Tenemos un magnífico hospital y espero que la gente sepa reconocerlo.

¿Se planteó en algún momento dejarlo todo, Casple, FAE, Cecale...?

No. De momento, no. En la empresa se tiene que producir un cambio generacional y, de hecho, estamos en ello. Respecto a la presidencia de FAE, mi mandato termina en abril y, como ya he dicho, dependerá de cómo esté la coyuntura de Burgos, de la provincia y a nivel nacional para ver... Se avecinan tiempos complicados y, si me encuentro de salud como yo estoy ahora y me piden que dé un paso para adelante para un nuevo mandato, lo haré.

¿Le ha molestado que durante su baja médica se hablase de su sustitución?

No. Presidir FAE es libre y cuando se abra el periodo electoral aquí se puede presentar cualquiera. Es bueno que haya competencia.

Uno de los nombres que ha sonado, el de Jorge Villaverde, presidente del polígono de Villalonquéjar, ¿sería un buen relevo?

Todo el mundo que tenga ganas de trabajar, de representar a Burgos y ser proactivo, siempre sería un buen presidente. Liderar FAE requiere tiempo y asistir a muchos actos de representación. Yo soy la punta del iceberg de un grandísimo equipo, lo mismo ocurre en mi empresa. Los equipos son fundamentales para todo.

¿El presidente de FAEdebe proceder de la industria?

No necesariamente. Yo vine de la patronal metal, la sectorial más importante de Burgos. Quizás tengas más conocimiento a la hora de hablar de ciertos temas pero entiendo que en FAEhay que tener, principalmente, ganas de trabajar, ideas claras de lo que necesita Burgos y ser conciliador y a la vez reivindicativo.

La automoción, clave en la industria local, vive tiempos de mucha incertidumbre. 

Si algo tiene Europa es la tecnología del motor diesel y si decimos que tiene los días contados nos estamos haciendo un flaco favor. Los fabricantes han demostrado que van por delante de la tecnología, así que ningún gobierno tiene que marcar las tecnologías que tienen que desarrollar los fabricantes. Ahora se están desarrollando motores con menos emisiones y combustibles más ecológicos, no se puede hablar de una nueva tecnología [el coche eléctrico] cuando en España las infraestructuras están bajo cero. Es imposible una transición sin enchufes... Hay que tener mucho ojo con las decisiones drásticas y con los efectos en los fabricantes españoles. (Más información en edición impresa)