"Hay que darse cuenta de que vencer no es convencer"

R. PÉREZ BARREDO
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Mercedes Serrano, hija del catedrático vallisoletano cuyas notas tomadas en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca han revelado la verdad sobre el mitificado duelo entre Unamuno y Millán Astray, habla sobre su padre y sobre este episodio

Mercedes Serrano muestra las notas tomadas por su padre, Ignacio Serrano. - Foto: Alberto Rodrigo

Durante décadas, un halo de controversia rodeó uno de los episodios más reveladores de la incipiente Guerra Civil: aquel que protagonizaron el 12 de octubre del año 1936, en el Paraninfo de la Universidad de Salamanca, dos seres radicalmente antagónicos, Miguel de Unamuno y Millán Astray. La tradición oral mitificó el enfrentamiento dialéctico entre el intelectual vasco y el fundador de la Legión, y hasta nuestros días tradición llegaron expresiones que -siempre al parecer, porque nunca se recogió esa discusión por escrito- se pronunciaron entre la solemnidad y la rabia, la ira y el odio. 'Venceréis pero no convenceréis' o 'Muera la inteligencia' son las más famosas. Hete aquí que ochenta años después se ha podido reconstruir punto por punto episodio aquel, porque entre los asistentes hubo uno que tomó notas de lo allí dicho.

Ese hombre se llamaba Ignacio Serrano , y era un joven catedrático de Derecho Civil de la Universidad de Salamanca (más tarde lo sería de la de Valladolid, ciudad en la que desarrolló su vida docente y laboral). Y esas notas, halladas por su hijo Rafael entre un sinfín de documentos de su progenitor una vez fallecido éste, constituyen uno de los principales descubrimientos de Palabras para un fin del mundo, recién estrenado documental que ha provocado un verdadero terremoto por cuanto cierra, pero también abre, muchos interrogantes sobre el triste final de Unamuno. "Mi padre fue siempre un hombre muy trabajor, muy estudioso, metódico, muy valioso", dice con orgullo Mercedes Serrano, hija del fedatario de tan histórico momento que ha sido profesora de Literatura en el Instituto López de Mendoza durante casi cuatro décadas. Musita las palabras sosteniendo una copia de esas cuartillas escritas por su padre con pulcrísima y perfectamente legible letra; hojas en las que puede leerse: Hay que darse cuenta de que vencer no es convencer y que en último término eso que se llama la 'antiEspaña' (idea esta superficial) también es España.

"Siempre nos había contado que él había estado allí, en aquel acto. Pero nunca nos dijo que había tomados notas. Al contrario, solía decirnos que algún día escribiría sobre ese episodio porque aseguraba que no se contaba tal y como había sucedido. hablaba de Unamuno, que era el rector de la Universidad de Salamanca cuando fue a tomar posesión de la cátedra Derecho Civil en el año 1935. Nos contaba que paseó con él por Salamanca en varias ocasiones. Para mi padre, que había estudiado Derecho pero también Filosofía y Letras, conocer una personalidad tan influyente en el mundo de las letras le atrajo mucho. Siempre se mostró orgulloso de haberle conocido ", explica.

Ignacio Serrano falleció en 2005; su esposa, en 2015. Al fallecimiento de esta, poniendo en orden la casa familiar, Rafael Serrano , a la sazón historiador y el encargado de revisar todos los papeles, halló las cuartillas. Consciente de la importancia de las mismas, contactó con el matrimonio Rabaté, biógrafos del gran intelectual bilbaíno, quienes pudieron incluir esa información en sus investigaciones, al igual que ha hecho Manuel Menchón para su documental, estrenado hace unas semanas en la Seminci y en los cines desde el pasado viernes. Asimismo, de común acuerdo entre todos los hermanos Serrano , los originales de tan impagable documento pasaron a formar parte del fondo de la Casa Museo Unamuno.

Mercedes Serrano entiende, a través de las anotaciones, que su padre quiso poner de manifiesto que Unamuno fue temerario e imprudente diciendo cosas determinadas "que pudieron ofender y encrespar a buena parte del público asistente al acto, entre los que había mayoría de falangistas armados" , de la misma forma que censuró algunas de las intervenciones de Millán Astray: Fue más lejos de lo debido en cuanto afirmó que ciertos profesores morirán. Esas afirmaciones, viniendo de quien vienen y dichas delante de un público juvenil excitado a seguir ese camino, pueden ser peligrosas. Recuerda Mercedes Serranoque su padre fue consciente de que en ese ya mítico enfrentamiento del Paraninfo "la vida de Unamuno corrió peligro" y de que si finalmente no sucedió nada fue porque el rector de la Universidad de Salamanca salió acompañado de Carmen Polo, esposa de Franco, a instancias -contó siempre Serrano a los suyos- del propio Millán Astray.